Alemania afronta una crisis histórica del vino con precios a 40 céntimos por litro

La Asociación Alemana de Agricultores ha alertado este lunes, 29 de diciembre, sobre una crisis sin precedentes en el sector vitivinícola del país. Según la organización, la situación económica de muchas bodegas es grave, a pesar de que la calidad de la cosecha de 2025 se considera alta. Los precios del vino a granel se sitúan entre 40 y 60 céntimos por litro, muy por debajo de los costes de producción, que rondan 1,20 euros por litro. Esta diferencia está poniendo en peligro la viabilidad de numerosas explotaciones.

Joachim Rukwied, presidente de la Asociación Alemana de Agricultores, ha señalado que se espera una reducción importante en la superficie dedicada al viñedo en los próximos años si no se toman medidas. Rukwied ha pedido a los consumidores alemanes que opten con mayor frecuencia por vinos nacionales. “Beban más vino alemán. Ofrecemos calidades que pueden competir sin problemas con los vinos de Francia, España o Italia”, ha afirmado el presidente. Además, ha reclamado a las autoridades políticas una reducción de la burocracia para aliviar la carga administrativa que soportan los productores.

La vendimia de 2025 ha sido un 16 por ciento inferior a la media de los últimos diez años, con una producción total estimada en 7,3 millones de hectolitros. Se trata del volumen más bajo desde 2010. A esta situación se suman problemas estructurales como la dificultad para encontrar trabajadores temporales y el aumento del coste laboral, impulsado también por el salario mínimo. En muchas bodegas, estos gastos superan los ingresos obtenidos por las ventas.

Las explotaciones situadas en laderas empinadas sufren especialmente estas dificultades, ya que en estos terrenos apenas es posible mecanizar las labores agrícolas. Por otro lado, el vino alemán pierde cuota en su propio mercado: actualmente representa solo el 41 por ciento del consumo nacional. Las exportaciones también se ven afectadas por aranceles, especialmente en Estados Unidos.

El consumo de vino espumoso en Alemania también ha descendido durante el último año. Según datos publicados por la Oficina Federal de Estadística, en 2024 se vendieron 255,3 millones de litros de vino espumoso en el país. Esto supone que cada persona mayor de 16 años consumió unas 4,8 botellas o 36 copas de 0,1 litros cada una. En comparación con 2014, cuando el consumo medio era de 6,1 botellas o 46 copas por persona, se observa una caída cercana al 20 por ciento.

Las cifras oficiales solo incluyen vinos espumosos con alcohol sujetos al impuesto específico sobre este producto. Este gravamen fue instaurado en 1902 durante el Imperio Alemán para financiar la construcción de la flota naval y el canal noreste. El impuesto se aplica a vinos espumosos con al menos un 1,2 por ciento de alcohol y tres bares de sobrepresión. En 2024 generó unos ingresos fiscales cercanos a los 352 millones de euros, lo que representa un 0,04 por ciento del total recaudado en Alemania.

El sector vitivinícola alemán afronta así una combinación de problemas económicos y estructurales que ponen en riesgo su futuro inmediato y requieren medidas urgentes tanto desde el ámbito político como desde el consumo interno.