Incendio en Francia arrasa viñedos y obliga a los viticultores a apoyarse en la solidaridad local

El incendio que arrasó unas 16.000 hectáreas entre el 5 y el 12 de agosto en la región de Corbières, en el sur de Francia, ha dejado graves consecuencias para los viticultores locales. Entre los afectados se encuentra Laurent Bachevillier, propietario de seis hectáreas de viñedo situadas entre los pueblos de Saint-Laurent-de-la-Cabrerisse y Tournissan. Sus parcelas, plantadas en 2010 con variedades como syrah, garnacha, cariñena y mourvèdre, han quedado devastadas tras el paso de las llamas, que alcanzaron hasta diez metros de altura.

El paisaje que rodea la explotación Les Cascades muestra los restos calcinados del tractor y numerosas cepas quemadas. A pesar de la destrucción, los burros de la finca han sobrevivido al incendio. Según explica Bachevillier, los animales permanecieron en un prado sin hierba debido al sobrepastoreo, lo que hizo que el fuego evitara esa zona.

En medio de esta situación difícil, Bachevillier ha recibido apoyo por parte de otros viticultores de la zona. Varios colegas le han ofrecido uva para que pueda continuar con la vinificación este año. El viernes pasado, antes del amanecer, acompañado por un antiguo aprendiz, se desplazó hasta La Palme, cerca de Port-la-Nouvelle. Allí, Marc Castan le cedió gratuitamente parte de su cosecha. Bachevillier fue el encargado de recoger las uvas syrah junto a su acompañante. En dos horas lograron recolectar 500 kilos, que cargaron en una remolque para llevarlos a su bodega en Ribaute.

Bachevillier señala que otros productores también le han ofrecido uva y que comprará más para completar la cantidad necesaria. Considera que este año será diferente desde el punto de vista enológico y tratará de mantener el estilo habitual de sus vinos ensamblando las distintas partidas recibidas. Su intención es elaborar una cuvée llamada “Petites cascades”, con un perfil afrutado y ligero.

La solidaridad mostrada por los viticultores ha sido fundamental para afrontar las pérdidas sufridas. Marc Castan explica que ayudar a un compañero es una cuestión de apoyo mutuo y considera importante que la denominación Corbières siga adelante a pesar del incendio. Según Castan, ceder parte de la cosecha no supone una gran pérdida individual pero puede marcar la diferencia para quienes lo han perdido todo.

Además del viñedo, Bachevillier ha visto cómo dos hectáreas de olivos y otras dos de encinas truferas han sido destruidas por el fuego. La explotación cuenta también con tres habitaciones rurales que complementan los ingresos agrícolas.

Por otro lado, Bachevillier aún no sabe si podrá acceder a las ayudas estatales anunciadas tras el incendio. La ministra francesa de Agricultura, Annie Genevard, visitó la zona el 14 de agosto y comunicó la creación de un fondo urgente dotado con ocho millones de euros para indemnizar tanto las pérdidas de cosechas como los daños en infraestructuras y maquinaria agrícola. Sin embargo, Bachevillier desconoce si cumplirá los requisitos para recibir estas ayudas tras haber sufrido uno de los incendios más graves registrados en la cuenca mediterránea francesa en medio siglo.