Una tormenta de granizo arrasa 4.700 hectáreas de viñedo en la Denominación de Origen Jumilla

Los daños superan los 35 millones de euros y los ayuntamientos piden la declaración de zona catastrófica para acceder a ayudas

Jueves 15 de Mayo de 2025

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Una tormenta de granizo arrasa 4.700 hectáreas de viñedo en la Denominación de Origen Jumilla

El pasado sábado 10 de mayo, una tormenta dividida en cuatro partes afectó a los municipios de Jumilla y Hellín, situados en el sureste de España. El fenómeno meteorológico causó daños graves en los viñedos que forman parte de la Denominación de Origen Protegida Jumilla. Según los datos recogidos, más de 4.700 hectáreas de viñedo y un total de 20.000 hectáreas de tierra de cultivo han sufrido las consecuencias del granizo y la lluvia.

La tormenta entró por las pedanías de Hellín, al suroeste de la Denominación de Origen. Las zonas más afectadas han sido Las Minas, Isso y, especialmente, Agramón. En esta última, los daños en infraestructuras y en el sector agrícola se calculan en millones de euros. Algunos caminos rurales del municipio han quedado intransitables debido a la acumulación de agua y barro.

La Oficina Comarcal Agraria de Jumilla ha informado que la media de daños en las parcelas de viñedos alcanza el 65%. La pérdida económica estimada en la producción ronda los 35 millones de euros. Ante esta situación, los ayuntamientos de Jumilla y Hellín ya han iniciado los trámites para solicitar la declaración de zona catastrófica.

Carolina Martínez Origone, secretaria del Consejo Regulador, explicó que la tormenta se originó en la Sierra del Segura, cerca de Letur. La nube avanzó por las pedanías del sur de Hellín, cruzó el casco urbano de Jumilla y llegó hasta Pinoso y Yecla. Durante su recorrido descargó granizo, a veces acompañado solo por agua y otras veces sin ella. El fenómeno afectó a casi todos los viñedos que encontró a su paso. En otras zonas del término municipal los daños han sido menores, ya que el territorio protegido es muy amplio y algunas áreas no han sufrido consecuencias.

Este año las lluvias habían devuelto la esperanza a los viticultores tras tres años seguidos con sequía intensa. Sin embargo, el granizo ha dañado las vides recién brotadas en la mitad sur de la Denominación de Origen. Los daños van desde la pérdida parcial del follaje hasta la destrucción total de los brotes. Los agricultores señalan que aunque la planta puede volver a brotar después del daño, será difícil que produzca fruta este año. Por este motivo consideran que la cosecha está prácticamente perdida.

Desde COAG Jumilla también informan sobre otros daños materiales importantes en las parcelas, sobre todo en aquellas con pendiente acusada. Se han producido roturas en elementos estructurales, arrastre de tierras y pérdida de la capa fértil del suelo. Estos problemas afectan tanto a la producción actual como a las futuras campañas agrícolas.

La situación ha generado preocupación entre los productores y las autoridades locales. El sector vitivinícola es uno de los motores económicos más importantes para esta zona del sureste peninsular. La declaración como zona catastrófica permitiría acceder a ayudas para reparar infraestructuras y compensar parte de las pérdidas sufridas por agricultores y bodegas.

El fenómeno meteorológico ha puesto en evidencia la vulnerabilidad del sector agrícola ante episodios extremos como el granizo o las lluvias torrenciales. Los técnicos continúan evaluando el alcance real de los daños mientras se espera una respuesta por parte de las administraciones públicas para apoyar a los afectados.

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