Viernes 21 de Febrero de 2025
Leído › 2549 veces

El sector del vino español sigue de cerca la evolución de la política arancelaria en Estados Unidos, un mercado clave que ha experimentado un crecimiento en la importación de vinos españoles en los últimos meses de 2024. La incertidumbre sobre posibles medidas arancelarias ha llevado a los importadores estadounidenses a aumentar sus compras, mientras las bodegas españolas refuerzan su estrategia de diversificación hacia otros mercados como Canadá y México.
España se posiciona como el cuarto proveedor en valor de vino a Estados Unidos, con un crecimiento del 7,4 % en 2024, alcanzando los 391,4 millones de dólares. En volumen, ocupa la séptima posición con 67,3 millones de litros exportados, lo que representa un aumento del 3,1 % respecto al año anterior. Según el informe de la Interprofesional del Vino de España (OIVE), Estados Unidos adquirió 4,5 millones de litros adicionales de vino español y gastó 27,1 millones de dólares más en comparación con 2023.
El director general de la Federación Española del Vino (FEV), José Luis Benítez, ha señalado que Estados Unidos es un mercado fundamental para el sector, situándose alternativamente como el primer o segundo destino en valor para el vino envasado español en los últimos años. Por su parte, la directora de Inteligencia Económica de la OIVE, Begoña Olavarría, ha señalado que en los últimos meses de 2024 se ha registrado un incremento notable en las exportaciones hacia este país, con un aumento del 23 % en valor y del 29,5 % en volumen en diciembre.
Los vinos espumosos y envasados han sido los principales impulsores de este crecimiento, ya que Estados Unidos es el principal destino de exportación para la categoría de espumosos españoles. Tras las elecciones presidenciales en Estados Unidos, los datos reflejan un importante acopio por parte de los importadores, ante la posibilidad de que se establezcan nuevos aranceles.
A pesar de la incertidumbre, Olavarría ha señalado que los vinos españoles tienen una posición consolidada en el mercado estadounidense y, en caso de imponerse aranceles, podrían resistir su impacto. Además, muchas bodegas han optado por diversificar sus destinos comerciales, reduciendo la dependencia de un solo mercado. En este sentido, Canadá y México han aumentado notablemente sus compras de vino español en los últimos meses.
El sector permanece atento a la evolución de la situación y a las decisiones que puedan tomarse a nivel internacional. La Unión Europea mantiene vigente un acuerdo vitivinícola firmado en 2006, que establece aranceles reducidos para la exportación de vinos, y este documento podría ser clave en las negociaciones futuras con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
Para prevenir posibles consecuencias negativas, la industria vinícola europea trabaja en coordinación con la Comisión Europea y, a nivel nacional, la FEV mantiene contactos con la Secretaría de Estado de Comercio para evitar que el vino se vea afectado por disputas comerciales ajenas al sector.
En 2019, durante el mandato anterior de Donald Trump, se impusieron aranceles del 25 % a más de 100 productos españoles, incluido el vino. Sin embargo, según Benítez, el impacto en las ventas y la facturación no fue tan severo como se esperaba. Las bodegas negociaron con sus importadores para repartir el coste de los aranceles y lograron mantener su presencia en el mercado estadounidense. Según Olavarría, en aquel momento los vinos franceses fueron los más perjudicados por estas medidas.
A la espera de definiciones sobre la política comercial de la nueva administración estadounidense, el sector vinícola español continúa reforzando su presencia en mercados alternativos y confiando en su fortaleza para afrontar posibles cambios en las condiciones de exportación.
Leído › 2549 veces