Mujeres emprendedoras: Las hermanas Suárez y su revolución vitivinícola en Candeleda

La historia de Bodega Las Parralas

Viernes 11 de Octubre de 2024

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Mercedes Suárez y Beatriz Suárez
(de izq a dcha) Mercedes Suárez y Beatriz Suárez, fundadoras de la Bodega las Parralas

Mercedes y Beatriz Suárez, dos hermanas que crecieron en el entorno rural de Candeleda (Castilla y León), han marcado un camino con su proyecto vitivinícola Bodega Las Parralas, un reflejo de su dedicación y compromiso con el desarrollo sostenible del medio rural. Mercedes, tras una destacada carrera como enóloga en una bodega extremeña de renombre, decidió dejarlo todo para volver a sus raíces y emprender este nuevo proyecto junto a su hermana Beatriz. Su objetivo principal es reactivar el desarrollo agronómico en la zona y, a largo plazo, buscar la inclusión de Candeleda dentro de la Denominación de Origen Cebreros, donde se sitúan sus viñedos y la bodega.

En poco tiempo, Las Parralas ha demostrado su potencial. En apenas dos años desde su creación, la bodega ha logrado agotar su producción cada temporada. Uno de sus mayores éxitos ha sido el reconocimiento de su vino rosado "Abajo Vive", que ha obtenido una medalla de plata en los Premios Sakura 2024. Estos premios son muy valorados en el mercado japonés, con un jurado exclusivamente femenino compuesto por profesionales del sector, entre sumilleres, periodistas y representantes de bodegas. Este galardón no solo posiciona el vino en Japón, sino que refuerza la apuesta por la calidad y la diferenciación que las hermanas Suárez han buscado desde el inicio.

El 15 de octubre, con motivo del Día Internacional de la Mujer Rural, se estrenará en el Auditorio Municipal de Candeleda el cortometraje documental "Una historia de monstruos", donde Mercedes y Beatriz comparten su experiencia personal de emprender en el medio rural siendo mujeres. Esta producción, realizada por Fazeta Producciones, pone de relieve las barreras que todavía existen para las mujeres en sectores tradicionalmente dominados por hombres. A este evento asistirá también la teniente de alcalde de Candeleda, Lucía Hernández Hernández, mostrando el apoyo institucional a este tipo de iniciativas.

Desde un principio, las hermanas Suárez tuvieron una visión clara para su bodega: combinar innovación tecnológica, sostenibilidad y aprovechamiento de la biodiversidad local. Este enfoque les ha permitido no solo elaborar vinos únicos que reflejan el carácter de la zona, sino también fomentar una economía circular que respete el entorno. La idea de crear un producto de calidad que se alinee con los principios de sostenibilidad medioambiental ha sido clave en el desarrollo de su proyecto.

La ubicación de los viñedos es un factor determinante en la calidad de sus vinos. Situados en la vertiente sur de la Sierra de Gredos, en el Valle del Tiétar, disfrutan de un microclima privilegiado, con veranos cálidos e inviernos suaves, a una altitud de más de 700 metros sobre el nivel del mar. Los viñedos se extienden por Cebreros y las Cinco Villas, lo que permite a las Suárez trabajar con variedades tradicionales de la zona, como la garnacha y el tempranillo, así como explorar otras variedades autóctonas en el futuro.

Actualmente, la bodega ofrece dos vinos principales. El primero, "05480", un tinto que toma su nombre del código postal de Candeleda, es un ensamblaje de garnacha y tempranillo, con una crianza que combina barricas de roble francés y depósitos de acero inoxidable. Este vino destaca por su perfil afrutado, con notas de mora y fresas, junto a toques de chocolate y regaliz, y se caracteriza por ser fácil de beber, con un final suave y elegante. El segundo vino, el rosado "Abajo Vive", ha sido premiado por su gran calidad y su carácter distintivo. Criado sobre lías durante cinco meses, presenta aromas florales y afrutados, con una textura densa y un equilibrio entre dulzura y frescura que lo hace muy agradable en boca.

Con el tiempo, Mercedes y Beatriz tienen la intención de ampliar su producción con otras variedades tradicionales de la región, como el Albillo Real, el Bruñel y la Puesta en Cruz, aprovechando los suelos graníticos de la zona. Esta apuesta por las variedades autóctonas forma parte de su estrategia a largo plazo para consolidarse como un referente en la viticultura sostenible y de calidad en el Valle del Tiétar.

La historia de las hermanas Suárez no es solo la de una bodega, sino la de un proyecto que busca revitalizar el medio rural y promover la igualdad de oportunidades para las mujeres en un sector tan competitivo como el del vino. A través de Bodega Las Parralas, Mercedes y Beatriz han logrado posicionarse como un ejemplo de cómo es posible combinar tradición, innovación y sostenibilidad, creando un impacto positivo tanto a nivel local como internacional.

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