Avances en la lucha contra el black-rot

La viticultura contemporánea se enfrenta a numerosos desafíos, entre los cuales el control de enfermedades en las viñas ocupa un lugar destacado. Una de estas enfermedades, el black-rot, ha sido objeto de especial atención en el sector, dada su capacidad para afectar significativamente la calidad y cantidad de la cosecha. En este contexto, el programa "Zéro black-rot", liderado por el Instituto Francés de la Viña y el Vino (IFV), se presenta como una iniciativa interesante y relevante, cuyo objetivo es identificar y probar soluciones de biocontrol efectivas contra esta patología.

El black-rot, causado por el hongo 'Guignardia bidwellii', se manifiesta en la vid a través de lesiones en hojas y frutos, comprometiendo seriamente la producción vitivinícola. La búsqueda de alternativas de control biológico es una respuesta a la creciente demanda de prácticas más sostenibles en la agricultura y a la necesidad de reducir la dependencia de los productos químicos.

Desde su inicio en 2021, el programa "Zéro black-rot" ha llevado a cabo una serie de experimentos tanto en laboratorio como en campo, para evaluar la eficacia de diferentes compuestos en el control de esta enfermedad. Los resultados obtenidos hasta el momento son prometedores y permiten clasificar las soluciones en tres categorías: soluciones efectivas, pistas a investigar y productos descartados.

Entre las soluciones efectivas, destaca la combinación de sulfuro y fosfonato de potasio. Esta mezcla ha demostrado una eficacia cercana a la de los productos de referencia, como el metiram y la combinación de sulfuro y cobre, en condiciones de alta presión de la enfermedad. Es interesante notar que estos productos, cuando se utilizan de manera individual, pierden parte de su efectividad, lo que resalta la importancia de las sinergias en el control biológico.

Por otro lado, existen productos que, aunque han mostrado cierta efectividad, especialmente en las primeras etapas de la enfermedad o en condiciones controladas, requieren de mayor investigación. Entre estos se encuentra el hidrogenocarbonato de potasio y el bicarbonato de sodio, cuyos resultados no han sido tan consistentes, especialmente en la protección de las uvas.

Sin embargo, no todos los productos evaluados han resultado ser prometedores. Algunos, como Romeo, Sonata y Redeli, no han mostrado una eficacia significativa en comparación con los controles no tratados. Estos resultados subrayan la complejidad del manejo del black-rot y la necesidad de continuar con la investigación y el desarrollo de nuevas estrategias de control.

Aunque algunos de estos productos de biocontrol han demostrado ser eficaces contra el black-rot en los ensayos, no están autorizados para su uso contra esta enfermedad en la viticultura. Por tanto, su aplicación en este contexto sigue siendo limitada. No obstante, los resultados obtenidos por el programa "Zéro black-rot" podrían influir en futuras decisiones regulatorias y facilitar la incorporación de estas soluciones en las prácticas vitivinícolas.

La próxima fase del programa se centrará en validar modelos de predicción de riesgo y en probar estrategias con dosis optimizadas en parcelas más grandes y con la colaboración de una red de viticultores. Este enfoque integral y colaborativo es fundamental para avanzar en la lucha contra el black-rot y para el desarrollo de una viticultura más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.