¿Qué vino para hostelería encaja bien con todo?

El mejor vino para hostelería es el que se adapta a los gustos de los clientes. ¿Esto exige apostar por...

Úrsula Marcos

Miércoles 08 de Junio de 2022

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El mejor vino para hostelería es el que se adapta a los gustos de los clientes. ¿Esto exige apostar por los maridajes exquisitos y contar con una inmensa bodega que incluya multitud de variedades? No necesariamente. Los vinos de maridaje completo son la alternativa.

Versatilidad, una cualidad del vino para hostelería

La costumbre, a veces, nos impide disfrutar de la excelencia de otro modo. Entre las mentiras que nos han contado sobre el vino figura que existe un único maridaje idóneo para cada plato. En palabras de François Chartier, el padre de la sumillería molecular, «no existe un maridaje perfecto, existen millones».

Evidentemente, la creación de armonías es la clave del maridaje tradicional. Según este criterio, los vinos intensos y potentes deben acompañar a los platos fuertes y sabrosos. Y, en paralelo, el vino ligero y suave es apropiado para los alimentos más delicados y sutiles.

Sin embargo, es posible generar sensaciones muy satisfactorias al maridar vinos con alimentos de otro modo. Cada vez más se está apostando por combinar tinto y pescado, algo impensable hace poco. Funciona muy bien. Y gusta mucho.

Además, podemos encontrar vinos versátiles con unas características especiales que les ayudan a mezclar bien con (casi) todo. Serían como los grises en la paleta cromática.

Cómo son los vinos más versátiles

Los hay de todo tipo. Entre las variedades de uva que los respaldan destacan:

  • Garnacha tinta. Los aromas suaves y frutales, así como la textura aterciopelada y la singular aromaticidad, son sus atributos. Se disfruta con guisos de carne, aperitivos, pescados horneados e incluso postres.
  • Gewürztraminer. Cuando se conoce, es difícil encontrar a alguien a quien no le guste. Sutil, suave, con una marcada dulzura y aromas tan livianos como deliciosos, encaja bien con todo. Desde los pescados y las ensaladas hasta los arroces, la fruta, las cremas pasteleras y los frutos secos.

Al margen de sus diferencias, los vinos más versátiles suelen presentar matices marcados, pero sutiles. Muestran una querencia hacia la suavidad, los rasgos frutales o aromáticos y el aterciopelamiento en boca.

Contar con algunos de ellos en la vinoteca de nuestro local de hostelería es una decisión más que inteligente. Se convierten en ese comodín ganador que siempre resuelve un maridaje. Por lo general, asimismo, los vinos tan polivalentes gustan a un público muy heterogéneo, por lo que suelen garantizar el acierto.

5 clases de vinos versátiles recomendables

Ha llegado el momento de conocer qué vinos versátiles podemos incorporar a nuestra bodega para hostelería. Sin duda, nuestros proveedores pueden proporcionarnos información útil para decidir correctamente. Además, consultar a fondo la etiqueta de cada alternativa es otra buena costumbre.

Como referencia, hemos seleccionado 5 referencias de vinos polivalentes altamente recomendables. Por supuesto, existen otras muchas posibilidades igual de buenas o mejores. En cualquier caso, estas garantizan una gran versatilidad en la vinoteca de una hostelería.

Gewürztraminer

Es uno de esos vinos poco conocidos por los consumidores pero que jamás defraudan. Blanco y capaz de generar una sinfonía floral única en la boca, es sutil y complejo al mismo tiempo. Según el maridaje tradicional, es ideal para el pollo y aves, mariscos, pescados y la comida oriental.

En la práctica, funciona de maravilla con otros platos, como cordero, ensaladas, pastas y postres de todo tipo. Es un acierto que el consumidor aprecia desde el primer sorbo y no es capaz de olvidar.

Verdejo

Esta variedad de uva, la verdejo, produce un vino blanco agradable en boca y muy combinable. Su presencia es igualmente valorada por los sumilleres más entendidos y por los aficionados poco versados.

Su uso inicial se da en el aperitivo, pero lo cierto es que se desenvuelve de maravilla con pescados y mariscos. También con frituras, arroces o carnes, sobre todo las blancas. Con platos orientales y cocina fusión es una elección sobresaliente.

Garnacha tinta en barrica de roble

La combinación de garnacha tinta con el reposo en barricas de roble proporciona un vino afrutado que evoca mermeladas, vainilla y rasgos de sotobosque. Su intensidad es tan agradable como duradera.

¿Con qué tomarlo? Prácticamente con todo: ensaladas, embutidos, carnes guisadas, pescados y postres.

Tempranillo

Estos tintos tempranillo tienen carácter frutal muy sabroso. Los toques de especias y el aroma poderoso le otorgan una personalidad combinable con gran cantidad de recetas. Además, los que han pasado unos 6 meses en barrica de roble, multiplican su expresividad y madurez.

Encanta con carnes, quesos y embutidos. La sorpresa se produce al mezclarlo con pescados blancos, pasta y recetas internacionales.

Garnacha con syrah

Esta combinación garnacha y syrah es tan envolvente como el rojo carmesí en su capa media. Resulta elegante, delicioso y encaja bien con todo.

El anterior listado de opciones de vino para hostelería es un punto de partida magnífico hacia el maridaje completo. La versatilidad ofrece grandes posibilidades.

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