El consumo de “alcohol” en la salud depende del tipo de bebida

Un estudio de la Universidad de Barcelona publicado en el Diario Oficial de la Sociedad Europea de Nutrición Clínica y Metabolismo evidencia que el consumo moderado de bebidas con alcohol puede ser bueno o malo dependiendo del tipo de bebida

Viernes 20 de Noviembre de 2020

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La enfermedad de las arterias coronarias, la forma más común de enfermedad cardíaca, es causada por la acumulación de depósitos de colesterol en las paredes de las arterias, un proceso conocido como aterosclerosis. Potencialmente, puede provocar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. 

La buena noticia es que un reciente estudio de la Universidad de Barcelona constató que el consumo moderado de Jerez está relacionado con la reducción de la presión arterial y la restauración de la función arterial.

Los científicos han debatido durante mucho tiempo si el vino ofrece mayores beneficios que otras bebidas alcohólicas. ¿Los compuestos polifenólicos del vino ofrecen beneficios especiales? ¿O es solo el etanol?

Los beneficios para la salud del vino blanco a menudo se han visto eclipsados ​​por los del vino tinto, debido al mayor contenido de resveratrol y otros polifenoles de este último. Pero este estudio, publicado en Clinical Nutrition (Diario Oficial de la Sociedad Europea de Nutrición Clínica y Metabolismo), encontró que los polifenoles del Jerez, un vino fortificado elaborado con uvas blancas y envejecido durante al menos tres años, contribuyen a la salud cerebro y cardiovascular.

Los investigadores de Barcelona llevaron a cabo un estudio controlado y aleatorizado de 38 voluntarios varones de un centro de atención primaria local, de entre 55 y 80 años. Todos los participantes eran bebedores moderados de alcohol y tenían tres o más de los siguientes factores de riesgo: fumador activo, hipertensión, alto colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad (LDL), colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad (HDL), obesidad y/o antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular. Del total de participantes, el 92% fueron clasificados como obesos, el 71% como hipertensos, el 23% como diabéticos tipo 2 y el 13% como fumadores.

Los voluntarios se dividieron aleatoriamente en dos grupos de intervención diferentes. Ambos grupos recibieron 30 gramos de etanol (aproximadamente equivalente a dos vasos de vino) por día, en forma de jerez o ginebra durante tres semanas, seguido de un período de dos semanas en el que se pidió a los voluntarios que no consumieran alcohol. 

Los investigadores, dirigidos por el Dr. Ramón Estruch, especialista del Hospital Clínic (Universidad de Barcelona) y de la Fundación Dieta Mediterránea, también monitorearon la dieta de los participantes a través de registros de alimentos y llamadas telefónicas semanales.

Los resultados se midieron de múltiples formas. Antes y después de las tres semanas de beber y el período de descanso de dos semanas, una enfermera midió la presión arterial y tomó muestras de sangre y orina para determinar los efectos de la ingesta de alcohol. Los investigadores buscaban en la sangre la expresión de células progenitoras endoteliales (CPE), que actúan como un mecanismo de defensa al adherirse a las paredes arteriales dañadas y reparar y restaurar su función. El consumo total de vino se midió a través de las concentraciones de ácido tartárico encontradas en las muestras de orina.

Los resultados mostraron un aumento del 40% en la expresión de EPC después de la ingesta de Jerez, mientras que los bebedores de ginebra no mostraron ningún efecto significativo. Los participantes en el grupo del vino también vieron disminuir los valores de presión arterial sistólica y diastólica en un 3 por ciento y un 4 por ciento, respectivamente. El grupo de la ginebra vio efectos muy diferentes, con un aumento del 0,7 por ciento en el colesterol total y un aumento del 10 por ciento en el colesterol LDL.

La principal conclusión del estudio, que el vino blanco, especialmente el Jerez, puede ejercer mayores efectos cardioprotectores que la ginebra debido a su mayor contenido polifenólico, evidencia que el consumo de "alcohol" no afecta por igual al organismo, sino que depende del tipo de bebida y su composición. Sin embargo, los autores advierten en la necesidad de conocer en próximos estudios sobre los beneficios de este tipo vino (el jerez), en cuanto a un análisis más profundo de su composición, incluyendo polisacáridos y aminoácidos, y también intentar determinar estos compuestos en sangre y orina.

Fuente: Acute consumption of Andalusian aged wine and gin decreases the expression of genes related to atherosclerosis in men with high cardiovascular risk: Randomized intervention trial Irene Roth Rosa Casas Margarita Ribó-Coll Mónica Doménech Rosa M. Lamuela-Raventós Ramón Estruch https://doi.org/10.1016/j.clnu.2018.07.014 

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