¿Por qué no existen cosechas malas?

¿Nos podemos fiar realmente de la clasificación establecida por los consejos reguladores?

Redacción

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En las denominaciones de origen europeas las cosechas, o añadas, nunca son iguales. Más aún, resultan muy diferentes unas de otras. De ahí la importancia originaria de indicar el año de la cosecha en la etiqueta del vino. Una información indispensable que permite al consumidor conocer de antemano, sin necesidad de quitar el tapón, la calidad del vino contenido en la botella.

Ahora bien, durante los últimos años vitivinícolas, ¿por qué no existen añadas regulares o mediocres? ¿Nos tenemos que fiar realmente de la clasificación establecida por los consejos reguladores?

Tener la suerte de un año perfecto climatológicamente hablando es 'Excepcional', e incluso se puede hablar de una añada 'Muy Buena', parecida a la excepcional, pero con pequeños deslices climatológicos muy irregulares, y por tanto no generalizables a toda una DO.

Las añadas consideradas 'Buenas' son las más habituales, pues siempre aparece algún que otro defecto climático, sobre todo al principio del ciclo vegetativo, aunque los resultados finales sean dignos.

Sin embargo, estos defectos climáticos también producen añadas 'Regulares' y 'Deficientes', aunque éstas parecen no existir al no figurar prácticamente en ninguna clasificación oficial.

Las instituciones que clasifican una determinada añada en las diferentes DO son los Consejos Reguladores, formados la gran mayoría por los principales bodegueros de la zona, con numerosos intereses económicos creados. Y, evidentemente, puntuar una añada como regular o buena repercute enormemente en las ventas y la economía de la región.

Es por ello que muchos años deberían matizarse más objetivamente, siendo más nobles en la clasificación de una determinada añada. Tarde o temprano todo el mundo lo agradecería, ya que a nadie le gusta encontrarse con varios Grandes Reservas de diferentes bodegas de la misma DO perfectamente conservados pero imbebibles al cabo de poco tiempo, a pesar de que la añada haya sido clasificada como buena.

Por todo ello, un verdadero entendido no debería caer nunca en estas trampas, pues a veces se encuentran grandes vinos en añadas menospreciadas y vinos infames en grandes añadas.

Actualmente existen bodegas de gran producción que homogenizan sus vinos, siendo indiferente, organolépticamente hablando, una añada excelente de otra mediocre.

Sin embargo, no todos los vinos se hacen de esta manera, ya que el mayor placer para enólogos, sumilleres, buenos aficionados e incluso para los propios bodegueros es disfrutar con todos los buenos vinos, diferenciando las características que aporta la climatología de cada año.

Clasificación oficial de las cosechas

E
Excelente
MB
Muy Buena
B
Buena
R
Regular
D
Deficiente
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