Conociendo las cervezas trapenses

Una de las ventajas que tiene vivir en una época tan tecnológica como en la que nos encontramos es que...

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Martes 27 de Mayo de 2014

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Una de las ventajas que tiene vivir en una época tan tecnológica como en la que nos encontramos es que gracias a Internet y a una buena tienda online de vinos podemos degustar no solamente vinos de diferentes regiones del mundo sino también cervezas de gran calidad, como las Ale, Lager, Lambic, Stour o las Porter entre muchas otras.

Son miles las cervezas existentes en el mundo pero muy pocas como las cervezas trapenses, cervezas que tienen un limitado número de seguidores porque tienen un sabor muy característico, pero no solamente es por el sabor la razón por la cual es tan diferente esta clase de cerveza sino por su elaboración.

Esta cerveza recibe el calificativo de trapense porque es elaborada por o bajo supervisión de los monjes de la orden del mismo nombre, la cual tiene su origen en el monasterio cisterciense de La Trappe, en la Baja Normandía (Francia). Estos monjes comenzaron a hacer esta característica bebida, cuya forma de elaboración se llevó a diversos monasterios de la orden en Bélgica y se continuó elaborando para sufragar su labor y gastos.

Durante la Revolución Francesa, muchos de estos monasterios fueron destruidos, así como durante las Guerras Mundiales, y hoy en día quedan unos cuantos, pero son aproximadamente 10 los que aún elaboran esta cerveza, siendo los más famosos los de Chimay, Orval, Rochefort, Achel, Westmalle y Westlevere en Bélgica y el de Koningschoeven en Holanda.

¿Qué características tiene esta cerveza?

Enumerar todas sus características sería bastante largo porque a pesar de que no hay demasiadas marcas, cada una tiene sus aspectos que la hacen particular, aunque todas tienen un denominador común, su alta fermentación y su segunda fermentación en la botella. Tienen cierto sabor afrutado, su color puede variar, desde el dorado hasta el oscuro y en cuanto a graduación se mueven entre los 5 y los 11º.

Su elaboración difiere en cierta forma de la de otras clases de cervezas; por ejemplo, se suele usar un agua más dura, dotada de más sodio. Su segunda fermentación les da un toque amargo lo que hace que no todos los paladares acepten este sabor, pero sin duda, es una de las mejores cervezas para maridar con quesos y también con algunas clases de carnes, especialmente carnes rojas.

A la hora de visitar cualquiera de las bodegas online para comprar esta clase de cervezas hay que diferenciarlas de las de Abadía, porque no son lo mismo y puede inducir a error. Las cervezas de abadía, a pesar de su nombre, no necesariamente están elaboradas en un recinto sacro sino que se hacen en fábricas especiales.

Está claro que en el mundo de las cervezas ocurre lo mismo que en el de los vinos, hay tantas variedades que resultaría imposible probarlas todas, pero si sois de esas personas a las que les gusta probar nuevos sabores y descubrir productos interesantes, seguro que entre la limitada variedad de cervezas que ofrecen las trapenses encontraréis una que se adapte a la perfección a vuestro paladar.

Un artículo de Santa Cecilia
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