RV EDIPRESS
Jueves 24 de Mayo de 2012
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Palacio de Samaniego descansa bajo las faldas de la Sierra de Cantabria, en el interior de esta villa de encantador aspecto tradicional.
Los muros que hoy albergan sus cómodas habitaciones y sus acogedores salones, han ido pasando durante décadas por diversos propietarios de diferentes familias.
El primero del que se tiene constancia a través de las investigaciones es don Diego López de Samaniego, cura del pueblo durante el siglo XVII quien, muy probablemente, encargó su construcción, según un estudio elaborado para la localidad.
El Palacio se ubica en el centro del pueblo. Su bella estructura exterior, propia de los edificios singulares riojanos de los siglos XVII y XVIII, no refleja que anteriormente allí se alzara una torre defensiva.
Pero un resto arquitectónico albergado en su interior, que consiste en una puerta adintelada ubicada cerca de la cocina con un pequeño escudo de factura antigua donde se representa a las armas de la familia Samaniego, lleva a pensar que en algún momento de la Edad Moderna la torre quedase integrada dentro de la edificación. Esto ocurre en otros ejemplos de Álava, como la famosa Casa del Cordón de Vitoria.
La tesis es también apoyada por el Archivo Histórico Nacional de Madrid, donde figura el expediente de ingreso en la Orden de Santiago de don Francisco Ruiz de Samaniego, descendiente de la familia.
Según el documento, este personaje se refirió a la casa de sus mayores como “la casa y antigua torre que de inmemorial es llamada de los Samaniego”, además de citar dicho escucho sobre el dintel.
Si eliges Palacio de Samaniego como alojamiento para conocer la comarca de Rioja Alavesa, tómate tu tiempo para descubrir la historia de esta villa.
Contempla el retablo mayor de estilo churrigueresco y las columnas salomónicas de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Acércate hasta la Ermita del Cristo, donde cuentan que al portar la imagen de Jesús en procesión hacia el pueblo, se reaparecía milagrosamente.
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