El ultrasonido reduce el uso de agua a 1,5 metros cúbicos diarios en la limpieza de barricas de vino

La tecnología permite eliminar bacterias y prolongar la vida útil de las barricas sin afectar la calidad del vino

Martes 18 de Noviembre de 2025

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Ultrasonic Cleaning Eliminates 100% of Barrel Bacteria, Transforming Wine Quality at French Estates

La bodega Château Charmail, situada en la región de Médoc, Francia, lleva cinco años utilizando la regeneración de barricas por ultrasonidos. Esta decisión se tomó con el objetivo de mejorar la limpieza y el mantenimiento de las barricas, un aspecto fundamental para la calidad del vino y la gestión económica de la bodega. El proceso se realiza en colaboración con la empresa Dyogéna, que se especializa en este tipo de tecnología.

El mantenimiento de las barricas es una tarea clave para cualquier bodega. Permite reducir gastos, controlar el consumo de agua y energía y asegurar que no queden restos de bacterias o levaduras que puedan afectar al vino. Tradicionalmente, las bodegas han empleado métodos como el lavado con agua caliente a presión, vapor, productos químicos o incluso el desmontaje completo de las barricas para su limpieza. Cada uno de estos métodos tiene ventajas y limitaciones.

La regeneración por ultrasonidos ha sido adoptada por varias bodegas en Francia y otros países europeos como España, Portugal y Alemania. Esta técnica se basa en el uso de ondas ultrasónicas que limpian la madera sin dañarla ni alterar sus propiedades aromáticas. Según estudios realizados por el Instituto de Ciencias del Viñedo y del Vino (ISVV) entre 2012 y 2013, y tras más de una década de uso en regiones como Champagne o Borgoña, se ha comprobado que este método permite prolongar la vida útil de las barricas y devolver a la madera características similares a las originales.

El proceso es rápido, dura solo unos minutos por barrica, y no requiere productos químicos. El tratamiento elimina completamente bacterias y levaduras indeseadas mediante la ruptura de sus paredes celulares. Además, evita la lixiviación excesiva de la madera y respeta los compuestos aromáticos presentes en ella. Otro punto importante es que reduce el uso de agua caliente: para un día completo de trabajo solo se necesitan 1,5 metros cúbicos.

Dyogéna es actualmente la única empresa que ofrece este servicio a nivel técnico especializado. Su sede está en Blanquefort, Gironda, desde donde se desplazan a las bodegas con equipos móviles. Próximamente instalarán una máquina fija en una bodega con un volumen elevado de barricas.

Sébastien Pineau, director técnico de Château Charmail, explica que buscaban un sistema que garantizara una limpieza sanitaria completa. Antes utilizaban vapor o agua a presión, pero consideraban que estos métodos podían afectar negativamente a la madera o no eliminar todos los microorganismos. Tras realizar pruebas comparativas entre barricas limpiadas con agua caliente y otras tratadas con ultrasonidos, observaron diferencias claras en el resultado final del vino.

Según Pineau, los vinos envejecidos en barricas tratadas con ultrasonidos presentaban mayor volumen en boca y menos sequedad tánica. El perfil aromático era más redondo y agradable. En Château Charmail utilizan barricas alquiladas de 500 litros durante un año para cada añada. Al finalizar ese periodo, aplican el tratamiento ultrasónico antes de volver a usarlas o renovarlas tras dos o tres años.

El uso del ultrasonido permite mantener las barricas en condiciones higiénicas óptimas sin necesidad de recurrir a productos agresivos ni desmontar los recipientes. Esto facilita la gestión del stock y contribuye a mantener la personalidad del vino producido en Château Charmail.

La experiencia acumulada por Dyogéna junto a empresas como Sinaptec ha permitido perfeccionar esta tecnología durante más de diez años. La empresa francesa sigue desarrollando mejoras para reducir aún más el consumo energético y optimizar los resultados del proceso.

La regeneración ultrasónica representa una alternativa eficiente para bodegas que buscan mantener altos estándares sanitarios y sensoriales en sus vinos sin aumentar los costes ni comprometer el respeto por la materia prima. La experiencia positiva en Château Charmail muestra cómo la innovación tecnológica puede integrarse en prácticas tradicionales del sector vinícola europeo.

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