Las grandes denominaciones italianas de vino tinto reducen rendimientos ante el freno del consumo

Cada región adopta medidas propias para ajustar la producción y proteger la viabilidad económica del sector vitivinícola italiano

Miércoles 27 de Agosto de 2025

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Italian red wine producers face high stocks and weak demand as regions adopt mixed strategies on yield cuts

Las principales denominaciones de vino tinto en Italia están adoptando diferentes estrategias ante la situación actual del mercado. El sector atraviesa un periodo de ventas lentas tanto en el país como en el extranjero, especialmente para los vinos tintos. Las bodegas mantienen altos niveles de existencias, según los datos de Cantina Italia por ICQRF (Inspección Central de la tutela de la Calidad y de la Represión del Fraude de los productos agroalimentarios), que registró 39,8 millones de hectolitros almacenados a 30 de julio, un 0,5% más que en la misma fecha del año anterior. Este aumento se produce tras una cosecha escasa en 2023 y refleja una tendencia estructural a la baja en el consumo, motivada por factores como la preocupación por la salud.

Ante este escenario, se plantea la necesidad de reducir la producción de vino en muchas zonas del país. No solo se trata de ajustar la próxima vendimia, que se prevé al menos aceptable en cantidad, sino también de aplicar medidas a largo plazo para evitar un exceso de producto que pueda afectar a los precios y a la viabilidad económica del sector.

En las últimas semanas, este asunto ha sido recurrente en foros institucionales y encuentros sectoriales sobre el futuro del vino italiano. Mientras se debaten planes estructurales que requieren tiempo para su aplicación, las denominaciones han comenzado a tomar medidas inmediatas. Sin embargo, no existe una respuesta uniforme entre las regiones y denominaciones más conocidas, como Barolo, Barbaresco, Valpolicella (Amarone), Bolgheri, Brunello di Montalcino, Chianti Classico y Nobile di Montepulciano.

En Piamonte, Andrea Ferrero, director del consorcio Barolo Barbaresco Alba Langhe Dogliani, explica que no hay recortes previstos para los rendimientos por hectárea en Barolo y Barbaresco (ambos con un máximo regulado de 80 quintales por hectárea). Sin embargo, sí se ha decidido una reducción del 10% para Langhe Nebbiolo y Barbera d'Alba. Esta medida no responde a problemas concretos de mercado sino a la intención de acompañar el crecimiento y proteger el valor de estos vinos.

En Veneto, el Consorcio Vini Valpolicella ha optado por reducir el rendimiento por hectárea en 10 quintales durante los próximos tres años (de 110 a 100 quintales). Christian Marchesini, presidente del consorcio, señala que no se han introducido restricciones adicionales para Amarone. El objetivo es mantener el equilibrio de la denominación y proteger su valor ante un mercado incierto. Este asunto será tratado también en la reunión del Comité de Precios de la Cadena de Suministro prevista para este miércoles, 27 de agosto, donde representantes del sector debatirán estrategias comunes frente a factores como los aranceles y el descenso del consumo internacional.

Marchesini subraya que defender la sostenibilidad económica implica gestionar la oferta en un momento en que el mercado exige cada vez más selección. Además de controlar la producción, el consorcio reforzará sus acciones promocionales tanto dentro como fuera de Italia. Según Marchesini, Valpolicella puede adaptarse a nuevas tendencias con vinos más frescos y ligeros servidos a baja temperatura.

En Toscana las estrategias varían según la denominación. En Bolgheri no se prevén recortes para la vendimia de este año; el consorcio considera que la situación está equilibrada (con límites regulados de 90 quintales por hectárea para Bolgheri Rosso y 80 para Rosso Superiore). En Montalcino, el Consorzio del Brunello ha decidido reducir el rendimiento permitido para Brunello di Montalcino de 80 a 70 quintales (excepto en la primera hectárea para proteger a pequeñas explotaciones). Giacomo Bartolommei, presidente del consorcio, explica que esta medida se revisa cada año según las condiciones del mercado internacional y factores propios del viñedo y la bodega. Este año no será posible aplicar esta reducción al Rosso di Montalcino debido al aumento del área productiva.

El Consorzio Chianti Classico ha acordado reducir el rendimiento por hectárea en 10 quintales (de 75 a 65), decisión aprobada por unanimidad. Giovanni Manetti indica que actualmente no existen grandes problemas con excedentes ni dificultades graves en el mercado; sin embargo, prefieren anticiparse ante posibles tensiones futuras.

En Montepulciano no hay cambios previstos: Paolo Solini, director del Consorzio Vino Nobile di Montepulciano, afirma que no se planean recortes (80 quintales por hectárea para Nobile y 100 para Rosso). Aunque reconocen cierta inquietud por cuestiones como los aranceles estadounidenses, consideran que la denominación mantiene su equilibrio.

Por último, Chianti DOCG —la mayor denominación regional— ya había confirmado una reducción del 20% en los rendimientos permitidos para este año (de 110 quintales por hectárea).

Cada denominación sigue su propio camino según sus circunstancias particulares y su visión sobre cómo afrontar un periodo marcado por cambios estructurales y situaciones puntuales. La gestión prudente de los rendimientos busca evitar excedentes y proteger tanto los precios como la sostenibilidad económica del sector vitivinícola italiano mientras se espera una recuperación del mercado.

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