Ejercicio consciente para parar en agosto a través de una copa de vino

Donde empieza el silencio con una copa de vino, florece el sentido de todo lo que llevamos dentro

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Jueves 31 de Julio de 2025

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Agosto nos invita a bajar el ritmo, a mirar desde otro lugar.
Mientras el mundo corre, el vino —cuando se toma con conciencia— nos recuerda que la pausa también es un acto creativo.

Porque parar no es perder el tiempo, es volver a habitarlo.
Mirar no es solo observar, es ponerle intención a la mirada.
Y sentir... sentir es reconectar con lo que somos debajo de todo lo que hacemos.

Una copa de vino puede ser muchas cosas: disfrute, compañía, ritual, experiencia.
Pero también puede ser una puerta. Una excusa elegante para frenar el piloto automático y volver al cuerpo, al presente, a la conversación con uno mismo.

¿Y si parar fuera un regalo, no una renuncia?

  • Estos son algunos de los beneficios de la pausa consciente:
  • Reduce el ruido mental
  • Mejora la claridad interior
  • Estimula la creatividad
  • Favorece la reflexión profunda
  • Reconecta con lo esencial
  • Abre espacio para conversaciones auténticas
  • Y permite saborear más —la vida, el vino, el instante—

Mientras catas, paras. Y mientras paras, descubres.

Catar no es solo degustar. Es mirar, oler, sentir, escuchar.
Y cuando eliges parar mientras catas, algo profundo sucede: conectas contigo, con tus sentidos, y ves lo que ocurre durante ese sorbo que te enseña tanto del vino... y tanto de ti.

Beneficios de juntar el parar con el catar consciente:

  • Presencia plena: estás aquí y ahora, no en ningún otro lugar
  • Conexión sensorial: los matices que pasaban desapercibidos se revelan
  • Escucha interna: el silencio externo abre espacio a lo que necesitas oír dentro
  • Regulación emocional: parar al catar ayuda a soltar tensiones sin huir de ellas
  • Apreciación real: lo cotidiano recupera su belleza. El vino deja de ser producto y se vuelve experiencia
  • Creatividad activa: al parar y abrir los sentidos, surgen ideas, memorias, intuiciones

Te invito a catar el momento con un ejercicio de concentración: la mirada en la copa

Objetivo: entrenar la atención, calmar la mente y abrir los sentidos
Duración: 3–5 minutos (puedes repetirlo cuantas veces quieras, cambiando el punto de mirada)

Cómo hacerlo:

  • 1. Siéntate con calma en un lugar tranquilo. Sirve una copa de vino (o agua, si prefieres practicar sin alcohol)
  • 2. Sostén la copa delante de ti, a la altura de los ojos
  • 3. Fija suavemente la mirada en un punto de la copa: puede ser el reflejo de la luz, el borde, una burbuja, la lágrima, la decoración o el color
  • 4. No se trata de analizar, sino de reposar la mirada
  • 5. Si vienen pensamientos, déjalos pasar y vuelve al punto elegido
  • 6. Respira con naturalidad
  • 7. Al terminar, cierra los ojos unos segundos y observa cómo te sientes

Beneficios de esta dinámica: te ayuda a concentrarte mejor, porque aprendes a conectar y a no despistarte con facilidad. Pero no de una vez, sino con la práctica en el tiempo.
Además, puede ayudarte a preparar cuerpo y mente antes de una cata, o ser un ritual diario de conexión.

El vino tiene su propio ritmo. Cuando tú también lo respetas, lo que ocurre deja de ser una cata... y se convierte en un pequeño ritual de reencuentro contigo mismo.

Te comparto la invitación a la presentación de mi libro:
Jueves 31 de octubre a las 19:00 h
Biblioteca Marcos Ana – San Sebastián de los Reyes (Madrid)
Entrada libre hasta completar aforo

Puedes conseguir el libro aquí: Amazon – Elena Naranjo

Que agosto te regale pausas con sentido, miradas lentas, recuerdos bonitos y momentos dulces que sepan a verdad.

Brinda por ti, por lo vivido y por lo que aún está por florecer.

Feliz mes de agosto
Con presencia y gratitud,
Elena Naranjo
www.elenanaranjo.net

Por Elena Naranjo | Coach exploradora y autora de Crecimiento personal a través de la cultura del vino

Un artículo de Elena Naranjo
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