La Unión Europea advierte a Estados Unidos ante la amenaza de aranceles al vino

El comisario europeo de Agricultura, Christophe Hansen, ha comunicado este martes 6 de mayo que la Comisión Europea actuará con todos los recursos disponibles para proteger al sector vitivinícola si Estados Unidos decide imponer aranceles adicionales a los vinos europeos. La advertencia llega después de que la Administración de Donald Trump haya amenazado con aplicar tasas de hasta el 200% a estos productos. Hansen ha respondido por escrito a una pregunta presentada por la delegación española del Partido Popular en el Parlamento Europeo, en la que se solicitaba una reacción firme ante esta posible medida estadounidense.

El comisario luxemburgués ha señalado que la Unión Europea está preparada para defender los intereses y derechos legítimos tanto de las empresas como de los ciudadanos europeos. Según Hansen, la Comisión cuenta con herramientas excepcionales que pueden aplicarse rápidamente para responder a alteraciones en el mercado. Además, ha recordado que el paquete de medidas presentado en marzo incluye varias disposiciones pensadas para ayudar al sector a adaptarse a problemas como la reducción del consumo y los cambios en el mercado internacional.

Entre las acciones previstas, Hansen ha explicado que se dará mayor flexibilidad en la gestión de instrumentos estratégicos. Esto permitirá mejorar la competitividad del sector y reforzar su capacidad para ajustarse a las nuevas tendencias de demanda. También se facilitará el funcionamiento del mercado interior y se ofrecerá apoyo prolongado para consolidar la presencia en mercados exteriores.

La amenaza de aranceles por parte de Estados Unidos preocupa especialmente a países productores como España, Francia e Italia, que exportan grandes volúmenes de vino al mercado estadounidense. El sector teme que un aumento tan elevado en los impuestos pueda reducir drásticamente las ventas y afectar a miles de productores y trabajadores vinculados a esta industria.

La Comisión Europea sigue atenta a cualquier movimiento por parte de Washington y mantiene contactos con los representantes del sector para informarles sobre posibles medidas y apoyos. Bruselas insiste en que buscará soluciones negociadas pero no descarta tomar acciones firmes si finalmente se aplican los aranceles anunciados. El objetivo es evitar daños innecesarios y garantizar la estabilidad económica de un sector clave para muchas regiones europeas.