Riego solar gana terreno en la agricultura

Bodega familiar en el País Vasco mejora producción con riego solar

Viernes 04 de Abril de 2025

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El uso de sistemas de riego impulsados por energía solar y controlados mediante tecnologías inteligentes se está extendiendo en el sector agrícola como respuesta a la necesidad de producir más alimentos con menos impacto ambiental. Esta tendencia responde a dos factores clave: el aumento de la población mundial y los efectos del cambio climático, que presionan a los agricultores para ser más eficientes en el uso del agua y la energía.

El riego es responsable de una parte importante de la producción alimentaria mundial. Según datos de 2021, más de 320 millones de hectáreas en el mundo están equipadas para riego, lo que representa más del 20 % de las tierras cultivables. Sin embargo, los sistemas tradicionales que utilizan electricidad o combustibles fósiles consumen grandes cantidades de energía. A nivel mundial, se estima que el riego agrícola consume unos 62 teravatios hora al año, y solo en Estados Unidos el 26 % de las bombas agrícolas funcionan con diésel u otras fuentes no renovables. Este modelo no solo incrementa los costes de explotación, sino que también agrava las emisiones de gases de efecto invernadero.

Frente a este modelo, los sistemas de riego alimentados por energía solar se presentan como una alternativa eficiente. Estos sistemas permiten reducir hasta un 98 % las emisiones si se comparan con los que utilizan diésel. Además, son especialmente útiles en zonas rurales o aisladas, donde el acceso a la red eléctrica es limitado o inexistente. Los agricultores que instalan estos sistemas pueden obtener un ahorro económico importante y mayor autonomía energética.

Un componente clave de estos sistemas son los variadores de velocidad. Estos dispositivos permiten que las bombas adapten su funcionamiento a las necesidades reales del cultivo, evitando el consumo innecesario de energía. En comparación con las bombas tradicionales de velocidad fija, los variadores pueden reducir el consumo energético entre un 20 % y un 50 %. También alargan la vida útil de los equipos al evitar sobrecargas y paradas bruscas.

Estos variadores incluyen funciones como la parada automática en seco, modos de ahorro de energía y sistemas de prevención de fallos. Además, se integran con sensores y plataformas digitales que permiten controlar en tiempo real variables como la humedad del suelo, las previsiones meteorológicas o el rendimiento de la instalación. Esto facilita una gestión más precisa del agua y reduce las pérdidas.

En el País Vasco, una bodega familiar llamada Txakoli Bikandi ha incorporado con éxito esta tecnología para regar sus viñedos de 30.000 metros cuadrados. La solución instalada combina energía solar y control inteligente, y ha permitido reducir el consumo eléctrico, mejorar la salud de las cepas y optimizar la producción de distintas variedades de uva. La experiencia de esta bodega muestra cómo las pequeñas y medianas explotaciones pueden beneficiarse de estos avances tecnológicos.

El uso conjunto de energía solar y tecnologías de control inteligente representa una evolución importante para el campo. Contribuye a reducir el consumo energético, abarata los costes y permite aplicar una gestión más eficiente del agua. Estas herramientas ayudan a los agricultores a mantener su actividad frente a condiciones climáticas más exigentes y a cumplir con nuevas exigencias ambientales. La integración de estas soluciones puede marcar la diferencia en la forma en que se produce alimento en los próximos años.

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