El verdadero pulpo a feira también se hace en Madrid y triunfa en verano

Si hay un plato de referencia en la gastronomía gallega ese es el del pulpo

Escrito porMarco Naya

Jueves 08 de Agosto de 2024

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Si hay un plato de referencia en la gastronomía gallega ese es el del pulpo. Y en concreto el del tradicional pulpo a feira. Una receta milenaria que siempre está presente en las festividades que se celebran en la región y que, pese a tener unas instrucciones a simple vista fáciles, el trato al producto y la calidad de este son fundamentales para conseguir un resultado perfecto.

Durante el verano son muchos los madrileños que viajan a Galicia a disfrutar de sus parajes y de su gastronomía. Pero, sin importar la distancia, degustar el verdadero pulpo a feira en Madrid es posible a través de las cocinas del restaurante Montes de Galicia, considerado el mejor de toda la capital según TripAdvisor. La receta que elaboran no revoluciona la tradicional, sino que defiende el producto de calidad y la técnica de cocinado adecuada.

"Un pulpo a feira debe tener tres productos de máxima calidad para cumplir con la receta original. Evidentemente un pulpo gallego de primer nivel, fresco. Pero también un aceite de oliva virgen extra que, acompañado de un pimentón de origen nacional, potencian como se debe el sabor del pulpo y el resto de aromas del plato", explica José Espasandín, fundador y chef de Montes de Galicia.

Una vez escogidos los productos de primer nivel, el primer paso y más importante es el de cocer el pulpo. Tradicionalmente se ha hecho en ollas de cobre, pero lo fundamental es la forma de 'mojar' al cefalópodo. Se debe hacer cuando el agua ya ha roto a hervir y colocándolo con la boca hacia arriba. Es una costumbre 'asustarlo' tres veces, es decir, meterlo y sacarlo del agua rápidamente.

Una vez cocido -unos 12 minutos por kilo que pese el pulpo-, es fundamental realizar un buen corte. "No debe ser de más de un centímetro de grosor, para que se pueda comer sin problemas y no se convierta en una molestia para el comensal", explica Espasandín. Una vez cortado, se liga con el aceite de oliva y el pimentón de máxima calidad para redondear el plato. También se suele acompañar de cachelos, la patata gallega. Con todo ello, apenas tres o cuatro ingredientes, se elabora un plato que triunfa en el verano madrileño.

Montes de Galicia atiende a unos 5.000 comensales al mes de todas las nacionales, destacando la visita de turistas procedentes de Estados Unidos, China, Japon, Italia, Francia, Brasil y Portugal. Además, también destaca como cuentan con ellos embajadas como la de Canadá, Alemania, China o Francia, entre otras; que hacen reservas casi todos los meses tanto con menús cerrados como a la carta y atraídos por su fusión de sabores con la calidad propia de los fogones gallegos.

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