Ika Kizami, el secreto mejor guardado de Tora

A base de calamar y wasabi, es uno de los pases más notorios del menú Omakase. La explosión de sabor en la boca y su picante efímero son las notas principales de este nigiri.

Escrito porJavier

Martes 21 de Mayo de 2024

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El menú Omakase de Tora, restaurante de alta cocina japonesa y propiedad del jugador de fútbol y empresario, Mario Hermoso, es ya un símbolo de la gastronomía nipona en Madrid. En esta propuesta de 17 pases, una atrevida fusión entre la tradición japonesa y las técnicas más vanguardistas, los comensales se ponen en manos del chef para recorrer Japón a través del paladar.

Si bien el menú es cambiante, uno de los platos más reconocidos y que suele acaparar la atención y sorpresa de los comensales es el Ika Kizami. Este original nigiri combina dos alimentos muy diferentes entre sí pero que encajan a la perfección juntos, dando como resultado una sinfonía de sabores que no deja a nadie indiferente.

De un lado, Ika, del japonés calamar, que se prepara con cortes paralelos en la carne del calamar para hacerlo más tierno. Es resultado es un bocado casi crujiente con un sabor muy suave. De otro lado, Kizami, del japonés picado o troceado, utiliza wasabi, el popular condimento picante nipón.

La fusión de estos dos alimentos genera reacciones muy diversas en los comensales de Tora, pero la sorpresa es, sin duda, la que más se repite. "El plato está pensado para sorprender. El comensal nota un picor muy rápido de nariz y ojos. Un efecto secundario del propio acto de masticar el nigiri. La boca se conecta con la nariz; y al masticar y respirar, el picor viaja a la nariz y sube hasta los ojos, para acabar en la misma cabeza. Pasados unos segundos, el picor desaparece y no queda rastro de él, salvo el dulzor del calamar que alivia el propio bocado picante", explican los chefs de Tora.

Y es que lo que se pretende conseguir con el Ika Kizami es una vasodilatación de la boca, permitiendo que las papilas gustativas se abran. La boca del comensal se prepara así para los siguientes pases del Omakase. Además, cabe destacar el efecto antibacteriano del propio wasabi, cuya propiedad permite acabar con ciertas bacterias del pescado crudo.

La efimeridad es quizás la clave de la popularidad de este original platillo. "Es uno de los platos estrella y que causa más reacciones positivas al degustarlo. El Ika Kizami forma parte de nuestro menú Omakase, conformado por 17 pases; un viaje sensorial que sorprende, inspira e invita a descubrir una nueva forma de entender la gastronomía japonesa", concluyen los chefs de Tora.

Y tú, ¿te animas a descubrir la experiencia Omakase de Tora y degustar su original Ika Kizami?

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