¿Quién fue Juli Soler, el hombre que transformó la cultura del vino en el panorama gastronómico español?

Juli Soler, nacido en 1949 y fallecido en 2015, fue una figura indiscutiblemente significativa en el mundo de la gastronomía y el universo vitivinícola español. Su nombre, aunque a menudo eclipsado por el del famoso chef Ferran Adrià, con quien cofundó el legendario restaurante elBulli, no merece menos atención o reconocimiento. Si bien Adrià es conocido como el rostro y el genio culinario detrás de elBulli, Soler fue el visionario que le dio al restaurante su identidad en la sala, dirigiendo todo lo que tenía que ver con la experiencia del cliente, y sobre todo, con la selección de vinos.

Juli Soler tomó las riendas del restaurante elBulli en 1981, en la Costa Brava, en una época en la que el establecimiento ya tenía cierta reputación, pero estaba lejos de ser el fenómeno global que más tarde llegaría a ser. Bajo su administración, el restaurante inició un período de transformaciones sustanciales. En 1984, contrató a Ferran Adrià, y juntos comenzaron una etapa de innovación y experimentación que cambiaría para siempre el paisaje de la alta cocina.

Impacto en la vitivinicultura española

Si bien el restaurante es mundialmente conocido por su vanguardia culinaria, el legado de Juli Soler se extiende también al sector del vino. Era un apasionado del vino y un experto con un paladar exquisitamente afinado. En una época donde el vino empezaba a ganar terreno en España como parte integral de la experiencia gastronómica, Soler apostó por bodegas pequeñas, por variedades autóctonas y por vinos que reflejaban la diversidad y riqueza del terruño español.

Su selección de vinos siempre fue meticulosa y sumamente respetuosa con el producto, y se le atribuye la introducción de vinos de alta calidad en un contexto donde el vino se veía como un mero acompañamiento. En elBulli, el vino era parte del menú, un elemento tan importante como cualquier plato que Adrià ideara. La simbiosis entre comida y vino alcanzó nuevas dimensiones, y esta fue una de las claves del éxito global del restaurante. Soler también contribuyó a la formación de sumilleres y profesionales del sector, que luego se convertirían en figuras prominentes en la escena vitivinícola española y global.

Según revela en una entrevista a Mariano Braga el ex sumiller de elBulli, Ferran Centelles: "estando en el restaurante más creativo de toda la historia, teníamos una carta de vinos muy clásica, en el mejor de los sentidos. Quizá una de las espinas que nos quedó clavada al equipo de sumilleres fue poder realizar maridajes de precisión en elBulli, la mayor parte del menú degustación no nos dedicábamos a hacer maridajes".

Centelles afirma que "Juli era un auténtico loco, apasionado y enamorado de los vinos, sobre todo de regiones clásicas, pasión por Champagne, por Borgoña, por Burdeos, por Jerez, por La Rioja clásica, el Ródano norte, él se ocupaba mucho de las compras de vino y seguíamos su perfil. Ver a Juli Soler era increíble, el dominio, la precisión, el saber explicar... si la cocina de elBulli fue disruptiva y la cocina de mayor vanguardia del siglo XX, el servicio de sala y el estilo también la rompió en ese sentido. Hacíamos un servicio de máxima precisión, no había nunca una copa vacía".

Un legado inmaterial

Cuando elBulli cerró sus puertas en 2011, dejó un vacío en el mundo de la gastronomía, pero también dejó un legado duradero en la forma en que se entiende y se vive el vino en la alta cocina. Juli Soler no fue solo el hombre que hizo posible elBulli; fue un pionero que ayudó a redefinir la relación entre vino y comida, colocando a España en el mapa como una potencia vitivinícola con una oferta que va más allá de los vinos tradicionales.

Sin lugar a dudas, Juli Soler fue un pilar en la construcción de una de las instituciones culinarias más importantes del mundo y dejó un impacto imborrable en el sector del vino español. Su legado vive no solo en los innumerables premios y reconocimientos que el restaurante recibió, sino también en la forma en que chefs, sumilleres y amantes del vino abordan la experiencia gastronómica en su conjunto.