Los vinos de la Denominación de Origen Manchuela siguen ganando protagonismo

Este 'vino de influencia' que acaba de obtener la calificación de añada Muy Buena estrena nueva imagen en sus botellas genéricas, continuando la apuesta de la Denominación de Origen por la calidad y la diferenciación

Carmen Fernández

Jueves 25 de Abril de 2019

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El gran número de horas de sol, la escasez de humedad y el viento solano permiten desarrollar especialmente unos vinos ecológicos en la comarca de La Manchuela que ya suponen el 80% de la producción actual

La pequeña pero potente Denominación de Origen Manchuela sigue sumando buenas noticias. A una cosecha que su panel de cata ha calificado de Muy Buena, con una puntuación de 8,5, y que ha conseguido superar una añada lluviosa y complicada con el buen hacer de sus profesionales, se le suma el estreno de la imagen de sus botellas de vino genérico de la Denominación de Origen Manchuela que estrenan este año, tras la renovación de su imagen corporativa presentada a finales de 2018.

Las nuevas botellas presentan una interesante y singular etiqueta que dibuja la silueta de la comarca de La Manchuela, recogiendo a todos y cada uno de los pueblos, bodegas y personas que forman parte de ella. Un territorio situado entre el Júcar y el Cabriel donde a finales de los años 90 nacía la Denominación de Origen Manchuela para ofrecer un marco legal bajo el que amparar unos vinos que comenzaban a ganar protagonismo, especialmente en los mercados internacionales. Vinos nacidos de las condiciones singulares que ofrece un territorio situado entre Cuenca y Albacete y un clima con influencias atlánticas y mediterráneas que, junto a una historia y una larga tradición en la elaboración de los vinos actualizada con nuevas tecnologías, está dando lugar a un singular vino que se apoya en sus variedades autóctonas.

RENOVACIÓN DE IDENTIDAD VISUAL Y VERBAL

Todo ello le ha llevado a esta Denominación de Origen a construir un concepto, "vino de influencia", un lema concebido con motivo del 18 aniversario de su oficialidad, con el que la Denominación de Origen Manchuela ha renovado también su identidad visual y verbal, una renovación que se ha materializado fundamentalmente en la creación de un nuevo imagotipo, en el que se juega con la M de Manchuela y con la imagen de la hoja de vid de la variedad estrella con la que se elabora el vino de esta Denominación de Origen, la Bobal. Una hoja dibujada en torno a las cinco líneas estratégicas que lo definen: historia, tierra, clima, tradición y tecnología y variedades autóctonas.

Y es que la comarca de La Manchuela conserva vestigios de la producción del vino desde hace más de 2400 años, lo que le ha permitido mantener a lo largo del tiempo una gran cultura vitivinícola. Una cultura y un terroir óptimo para el cultivo de la vid, aprovechando el gran número de horas de sol, la escasez de humedad y el viento solano, lo que le ha permitido desarrollar especialmente unos vinos ecológicos que ya suponen el 80% de la producción actual.

En resumen, un vino singular, que tiene mucho que decir, con una historia sorprendente, nacido en una tierra privilegiada, mimado por un clima propio, guiado por la tradición y la tecnología, que pone de manifiesto el valor de lo autóctono, tal y como se pone de manifiesto en este video de presentación de la Denominación de Origen Manchuela, presentado el año pasado tanto en la sede de la D.O Manchuela, en Albacete o en Fitur, en enero de este año, donde la marca fue presentada dentro de las actividades del pabellón de Castilla-La Mancha.

MÁS DE 9000 HECTÁREAS DE VIÑEDO

La Denominación de Origen Manchuela cuenta en la actualidad con 37 bodegas asociadas, cerca de 1.000 viticultores y una superficie de viñedos acogidos a esta figura de calidad de más de 9.000 hectáreas. Una extensión en la que se cultivan variedades autóctonas que otorgan una gran personalidad a su vino y donde la Bobal es la variedad reina de su tinto, de intenso color cereza oscuro, de buena carga tánica y moderada acidez, e ideal para su rosado, que tantos éxitos está cosechando y que también se elabora a partir de la variedad Tempranillo. Sin embargo, no debemos olvidarnos de su blanco, que va tomando cada vez un mayor protagonismo, elaborado fundamentalmente con Macabeo, con el que se elaboran un vino joven o fermentado en barrica.

Carmen Fernández
Licenciada en CC de la Información y especializada en enogastronomía y turismo
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