Madrid
Lunes 19 de Noviembre de 2012
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El viticultor Francisco Galán, expresidente de la sectorial de viña de Asaja, Asevi, y miembro hasta ahora del comité directivo de Asaja-Cádiz, ha fallecido, según ha informado hoy a Vinetur la organización agraria.
El secretario general de Asaja-Cádiz, Cristóbal Cantos, ha remitido a los medios un obituario dedicado a la figura de este profesional al que define como "un hombre hecho a sí mismo" y parte de la historia de la agricultura de la región.
"Si la Política Agraria Común (PAC) nos ha demostrado algo, es que no es suficiente, aunque queramos, con ceñirnos a preparar la tierra y sembrar, también hay que estar en las tribunas, en las negociaciones y en los estudios", ha escrito Cantos para añadir que "Paco lo sabía y fue activista".
Cantos ha concluido diciendo que la viña, el algodón y la remolacha y, sobre todo, el campo de la provincia, "están de luto por un agricultor histórico y gran amigo".
Carta de Cristóbal Cantos Ruiz
Secretario general de Asaja-Cádiz
Aunque llevaba rumiando esta noticia hace meses porque
tuvo más de un arrechucho provocado por su enfermedad,
me parece mentira escribir sobre Paco Galán,
tras su fallecimiento.
Me parece mentira que Asevi, la sectorial de viña de Asaja,
se quede sin Paco, sin sus propuestas y sus puntos de vista;
me parece mentira que el campo, se quede sin Paco, sin sus
reivindicaciones y su defensa; me parece mentira que ya no
baje las escaleras de CITEA para solucionar los mil papeles
que llevaba por delante; me parece mentira, que ya no voy a
tener a Paco, mi amigo, para discutir de forma encendida
sobre lo que más le conviene a la agricultura y a los
agricultores.
Con él se va gran parte de esta asociación y de su día a día
porque se ganó a la mayoría del personal de la casa, por un
motivo o por otro, Paco llevaba tantas cosas que pudo
trabajar con todos y hoy todos piensan lo mismo, que se ha
ido parte de nuestra historia. Se ha ido un hombre hecho a
sí mismo, que con pocos mimbres ha llegado muy lejos y con
una inteligencia natural que le situaban por delante
de muchos otros.
La rapidez de los del campo, la capacidad de hacer cuarenta y
dos cuentas de cabeza para saber en dos segundos si una nueva
norma le convenía o no al campo. Si, en definitiva, los euros
le salían a ganar o a restar. Él no sabía de letras, ya lo
decía el mismo, pero de campo sabía un rato.
Esa sabiduría y esa preparación que le dio la vida le hizo
sentarse en muchos despachos para defender al sector con una
capacidad de negociación tremenda, como presidente de Asevi
y representante de los viñistas en el Consejo Regulador.
Esa solidaridad, ese tener el campo en la sangre, ese creer
en el colectivo le hizo participar en todas las
manifestaciones de Asaja, fueran o no de un cultivo
relacionado con su explotación.
Solidario con todos los agricultores y ganaderos, solidario
y convencido de lo que es y supone el sector.
Si la Política Agraria Comunitaria nos ha demostrado algo,
es que no es suficiente, aunque queramos, con ceñirnos a
preparar la tierra y sembrar, también hay que estar en las
tribunas, en las negociaciones y en los estudios porque el
campo, está en la tierra y en los despachos.
Paco lo sabía y fue activista, si Europa se pregunta qué es
un agricultor activo, que miren el trabajo desarrollado
por Paco Galán.
Hoy me acuerdo de sus tres hijos y de su viuda, Ángeles, que,
se habrán levantado con una ausencia infinita.
Hoy me acuerdo de sus hermanos y en especial de Manolo,
con quien compartía no sólo los avatares del campo, las
reuniones y convivencias en la viña La Torre sino también su
afición, los toros.
En verano, Manolo ya sufrió la ausencia, acudiendo a su cita
con el abono del Puerto y dejando a su lado un hueco,
el de Paco.
La viña, el algodón, la remolacha, están de luto y,
sobre todo, el campo de la provincia está de luto por un
agricultor histórico y gran amigo. Hoy los que se disponen
a preparar la tierra lo hacen con la tranquilidad de que
Paco Galán, y otros tantos que se nos han ido de Asaja,
han hecho los deberes, sembrar el futuro.
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