A Guarda y Arbo celebran la fiesta de la langosta

En el festejo se sirvieron vinos de 'O Rosal' para acompañar a las degustaciones

A Guarda vivió, este pasado fin de semana, su mayor fiesta gastronómica, la popular 'Festa da Lagosta e da Cociña Mariñeira', con degustaciones culinarias de exquisitez demostrada y probada.

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Gustos para todos pero siempre con elogios de los comensales, y variedad de precios que hicieron posible que aquellos bolsillos que no pudieron acudir a la reina del marisco, la langosta (35 euros completa y 18 euros la media langosta), accediesen a otros productos que mimaron los paladares, y que se podían adquirir desde un euro.

El mar estuvo sobre la mesa representado por especies culinarias tan sabrosas como el percebe, zamburiñas, mejillones, navajas, calamares, chipirones, pez espada, xoubas, camarones, pulpo y otras degustaciones, hasta completas los 30 platos diferentes, a los que hay que añadir los ricos postres de la Confitería Estévez, presididos por la siempre rica rosca de yemas y las nuevas creaciones, como los bastones del caminante.

Para regar estas degustaciones nada mejor que los vinos de O Rosal, que tendrán su cita, con fiesta propia, del 15 al 17 de julio en la Plaza do Calvario, de vecino municipio.

Aunque no hay cifras oficiales, quizás se notó un poco menos de afluencia de público, por la crisis propia, y la que sufre el país vecino, de modo que la presencia de portugueses bajó con respecto a ediciones anteriores.

Aún así, la fiesta cumplió sus objetivos y, en general, los restauradores creen que los resultados son satisfactorios.

Las alternativas a la fiesta, ofrecidas por el Concello y la iniciativa de Ábaco, cubrieron esos huecos de la fiesta a los que el sábado, sobre todo, contribuyeron también las playas ofreciendo los arenales con bandera azul (Playas de Camposancos y Area Grande), para disfrute.

Pero en el entorno portuario, concretamente en la Rúa do Porto, esas otras alternativas vinieron de la Feira de Artesanía, una cita en la que se ofrecieron variedad de artículos elaborados artesanalmente, desde objetos de cuero, pasando por la cestería, antigüedades y bisutería, hasta atractivos juegos de ingenio que fueron entre las ofertas, por su novedad y su objetivo, de los stands más visitados.

En las proximidades de la carpa, se prodigaron actividades infantiles y acrobacias, y en el interior del recinto, hubo música tradicional.

Por su parte Ábaco llevó al Paseo Marítimo de A Robaleira su A Guarda Feira Outlet, donde 13 establecimientos de los sectores textil, calzado y regalos, expusieron sus productos a precios rebajados, que hicieron más atractivas las compras.