
Con la recolección prácticamente terminada, los últimos datos del Consello Regulador sitúan en 18,8 los millones de kilos de uva recogidos. Esta cifra es la misma que en 2007, por lo que los técnicos prevén que la producción aumente este año, aunque el propio presidente del Consello Regulador, José Ramón Meiriño, considera que al final no se alcanzará el 10 por ciento de crecimiento con respecto a 2007, como se preveía hace unos meses.
Sin embargo, no todos los agricultores han tenido una mejor cosecha que el año pasado, y de hecho muchos viticultores de O Salnés afirman que durante estas vendimias han recogido bastante menos uva. A este respecto, Meiriño comentó ayer que "en agosto se hizo un estudio de cosecha, y dio una media de 6.000 kilos de uva por hectárea, cuando el año pasado la cifra había sido de 5.300. Lo que ocurre es que este año, por la meteorología, no existe uniformidad entre las parcelas y ni siquiera existe dentro de las parcelas, de modo que se aprecian diferencias importantes entre cepas que están cerca".
Calidad de la uva.
Los servicios técnicos de Rías Baixas han cualificado como "óptima" la uva que ha entrado en las bodegas. Alegan que el buen tiempo de la segunda quincena de septiembre ha permitido que la vendimia marchase de un modo muy ordenado, y que además los viñedos se encuentran en buen estado, tanto desde un punto de vista vegetativo como sanitario. Los enólogos de Rías Baixas afirman también que la uva ha madurado bien gracias al sol de los últimos días, por lo que la graduación y la acidez están ajustadas. De todos modos, y pese al calor, "la uva tiene algo menos de graduación alcohólica que el año pasado", confesó Meiriño.
El presidente del Consello Regulador Rías Baixas también señala que a pesar de la calificación de "óptima" de la uva que ha entrado en las bodegas todavía es muy pronto para saber qué calidad tendrá el vino resultante. "Es un poco pronto para saberlo, porque el vino aún se está haciendo". Las dos últimas añadas de Rías Baixas recibieron la calificación de excelente, y Meiriño recuerda que es muy difícil lograr esta puntación debido a que se trata del máximo grado.
Insistió, de todos modos, en que todavía es muy pronto para hacer quinielas, y animó a los bodegueros a que se esmeren para conseguir la máxima calidad posible en todos sus caldos.
Sobre el remate definitivo de la presente vendimia, apuntó que todavía no hay una fecha fijada. "Los tintos vinieron un poco tardíos este año, pero pensamos que esta semana se comenzará su vendimia". En cuanto a los controles para evitar la entrada de uva ajena a la denominación de origen en las bodegas indicó que los técnicos realizaron inspecciones tanto en las fincas como en las bodegas "pero no tenemos constancia de ninguna infracción".
Mano de obra.
Rías Baixas estima que durante las pasadas vendimias las bodegas pudieron dar trabajo a una cifra aproximada de 10.000 personas, aunque se trata de cifras muy difíciles de corroborar, pues las bodegas no comunican al consejo su número de temporeros y en muchas ocasiones echan mano de familiares y amigos.
"Lo que sí sabemos que es que este año no hubo problemas para encontrar mano de obra", relató Meiriño. Por otra parte, durante la pasada vendimia volvió a regir la Mesa de Precios. El presidente de Rías Baixas -que es un integrante más de esta mesa- la considera positiva.