Castilla y León ensaya por primera vez uvas premium en una región con solo 17 toneladas de producción anual

La finca de Perales introduce variedades gourmet como Regal Seedless y Victoria para diversificar a uva de mesa y captar nuevos mercados

Miércoles 15 de Octubre de 2025

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Castilla y León ensaya por primera vez uvas premium en una región con solo 17 toneladas de producción anual

La vendimia de este año en Castilla y León avanza con la recogida de uva destinada a la elaboración de vino, pero en paralelo se está llevando a cabo un ensayo pionero en la comunidad. La finca experimental de Perales, en Palencia, ha introducido por primera vez las variedades Regal Seedless y Victoria, conocidas internacionalmente por su sabor y aroma, en un intento de diversificar la producción de uva de mesa en la región.

El objetivo principal de este proyecto es comprobar si estas variedades premium pueden adaptarse al clima continental de la meseta y, al mismo tiempo, analizar la posibilidad de abrir nuevos nichos de mercado mediante la diferenciación. En Castilla y León, la uva de mesa tiene una presencia muy limitada. Según datos del Ministerio de Agricultura, en 2022 la comunidad contaba con solo nueve hectáreas y una producción de 17 toneladas, repartidas entre Ávila, Salamanca, Segovia y Valladolid. Esta cifra contrasta con la producción nacional, que supera las 300.000 toneladas, con Murcia y la Comunidad Valenciana como principales zonas productoras y exportadoras.

En Castilla y León, la uva de mesa se comercializa principalmente en mercados locales, fruterías de cercanía o directamente desde las fincas. Beatriz Barcenilla, fundadora del CERES Rural Innovation Hub, explica que la región carece de una estructura comercial para este producto. La vendimia de uva de mesa es breve y localizada, con escaso impacto económico. En Cebreros (Ávila), la variedad Albillo Real inicia la campaña cada agosto, manteniendo una tradición centenaria de doble uso para vino y consumo fresco. En la Sierra de Salamanca, pequeños productores venden racimos frescos en mercados locales, sin cámaras de frío ni redes de distribución.

El sector de la uva de mesa ha experimentado cambios importantes en los últimos años gracias a la innovación varietal. Las variedades apirenas, sin semillas, concentran la mayor parte de la producción destinada a exportación. El programa ITUM, en Murcia, ha desarrollado más de veinte variedades adaptadas al calor y con resistencia a enfermedades. CERES está probando ahora uvas con perfiles organolépticos novedosos, que incluyen notas tropicales y matices que recuerdan a fresa o frutos rojos. El objetivo es responder a la demanda de consumidores que buscan uvas premium, con textura crujiente, tamaño grande y sabores diferentes.

Entre las variedades ensayadas figura la Regal Seedless, desarrollada en California y consolidada en el segmento gourmet por su sabor dulce, aroma intenso y textura crujiente. En mercados como Estados Unidos y Reino Unido, esta uva se vende a precios superiores a los de las variedades convencionales. En España, Murcia es el principal centro de producción, orientado casi exclusivamente a la exportación. La novedad es que, por primera vez, Castilla y León está probando esta variedad.

El ensayo en la finca de Perales se centra en evaluar la resistencia de estas variedades a las heladas primaverales, su adaptación al déficit hídrico y a la baja humedad ambiental, y su capacidad de maduración en otoños tempranos. Los técnicos buscan determinar si estas uvas pueden prosperar en condiciones diferentes a las del Levante español. Beatriz Barcenilla señala que, si el proyecto tiene éxito, Palencia podría convertirse en pionera en la producción de variedades especiales en la comunidad.

A pesar de las limitaciones actuales, existen oportunidades para Castilla y León en el mercado gourmet, donde los consumidores están dispuestos a pagar por productos singulares. El enoturismo puede incorporar degustaciones de uvas premium en rutas del vino y visitas a viñedos. La producción sostenible y la certificación ecológica pueden añadir valor al producto, y la creación de una marca regional ayudaría a posicionar a Castilla y León como origen de uvas premium de baja escala y alta calidad.

CERES colabora con empresas biotecnológicas y agricultores en la implantación de prácticas regenerativas que podrían ser decisivas para consolidar nuevas variedades de uva de mesa en la región. Agricultores jóvenes de Valladolid señalan que el futuro del sector pasa por la diferenciación y por ofrecer productos que transmitan identidad territorial.

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