El vino y el calentamiento global, una realidad que no podemos ignorar

“Cada vez se nota más en tu copa”

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Lunes 21 de Julio de 2025

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En los últimos años, ha cobrado fuerza un tema que preocupa cada vez más al mundo del vino: el calentamiento global. Más allá de ser una tendencia mediática, es una realidad con implicaciones profundas y duraderas para la viticultura y la calidad del vino que consumimos.

Una de las consecuencias más evidentes del cambio climático es el adelanto de las vendimias debido a las altas temperaturas. Este fenómeno no solo altera el calendario habitual de cosecha, sino que también impacta directamente en la composición química de las uvas. El aumento de la radiación solar y el calor acelera la maduración de la fruta, provocando niveles más altos de azúcar en menor tiempo. Esto, a su vez, se traduce en vinos con mayor contenido alcohólico tras la fermentación.

Aunque algunas denominaciones de origen establecen límites para el grado alcohólico de ciertos estilos de vino, este nuevo panorama representa un reto tanto para los productores como para los consumidores. Un vino con demasiado alcohol puede desequilibrarse, perdiendo frescura, elegancia y tipicidad, cualidades que muchos enófilos valoran profundamente.

Pero el impacto no se detiene ahí. La figura del enólogo —el profesional encargado de guiar el proceso de vinificación— se vuelve aún más crucial. Su labor no solo consistirá en mantener la calidad y la coherencia del vino año tras año, sino también en adaptarse a las condiciones cambiantes del clima. Esto incluye decisiones técnicas como la selección de levaduras, el control de la fermentación, la elección de variedades más resistentes al calor o incluso el rediseño de prácticas de cultivo en viñedo.

Algunas bodegas ya están migrando sus viñedos a zonas más altas o más al norte, buscando condiciones climáticas más frescas. Otras están experimentando con variedades que tradicionalmente se cultivaban en regiones más cálidas, adaptándose a una nueva realidad.

No debería sorprendernos que, de ahora en adelante, encontremos vinos con una carga alcohólica más elevada. Esta es una consecuencia directa del cambio climático y, lamentablemente, todo indica que será cada vez más común. El reto está en cómo lo enfrentará la industria y cómo nosotros, como consumidores, nos educamos y adaptamos a esta nueva etapa del vino.

Escrito por Kiandra Mercedes, Ceo Zaquewines.

Corrección de estilo por IA.

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