Úrsula Marcos
Martes 29 de Abril de 2025
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Cuando un apagón extenso como el que ayer, 28 de abril, afectó a toda España ocurre, la cocina se convierte en un acto de adaptación. Sin electricidad, el acceso a hornos, vitrocerámicas o microondas queda suspendido, por lo que la alimentación debe basarse en alimentos que no requieran cocción o que puedan ser consumidos a temperatura ambiente. Las conservas, los embutidos curados, los quesos de larga maduración, el pan, las frutas frescas y las hortalizas crudas son las opciones más prácticas.
Durante las primeras horas de un apagón, se recomienda priorizar el consumo de alimentos que puedan deteriorarse más rápido, como ensaladas frescas preparadas con tomates, pepino, pimientos o lechuga, que no necesitan refrigeración inmediata. A esto se le pueden sumar latas de atún, mejillones en escabeche, sardinas o berberechos, que se conservan bien y son fáciles de abrir. Los embutidos como el chorizo, el salchichón o el jamón serrano no precisan frío si se mantienen en lugares frescos, al igual que quesos curados como el manchego o el zamorano.
Para acompañar este tipo de comidas en un apagón, la elección del vino debe ser igual de práctica. Los vinos blancos jóvenes, si aún se conservan fríos en una nevera portátil o nevera tradicional sin abrir, son adecuados para los platos frescos como las ensaladas y las conservas de pescado. Un albariño de Rías Baixas o un verdejo de Rueda, con su perfil fresco y frutal, maridan bien sin exigir temperatura exacta.
En el caso de los embutidos y los quesos curados, los tintos de cuerpo medio son preferentes. Un tempranillo de Rioja o un mencía de la Ribeira Sacra, servidos a temperatura ambiente, acompañan de manera equilibrada los sabores intensos de estos productos. Para quienes prefieran algo más ligero, un rosado de Navarra, que se adapta bien tanto a embutidos como a conservas, puede ser una opción útil, ya que su estructura sencilla y su acidez natural funcionan sin necesidad de estar muy frío.
En un apagón prolongado, donde quizá pasen varias horas sin electricidad, resulta conveniente abrir solo las botellas necesarias, evitar exponer el vino a temperaturas muy elevadas y protegerlo de la luz directa. Además, el uso de sacacorchos manuales, cuchillos de cocina tradicionales y utensilios sencillos, se vuelve fundamental cuando los electrodomésticos quedan fuera de servicio.
Ante un apagón prolongado, improvisar un menú sencillo y eficaz puede ayudar a mantener la comodidad y disfrutar de la comida sin complicaciones. A partir de los alimentos disponibles que no necesitan cocción ni refrigeración inmediata, y los vinos adecuados, se pueden organizar varias combinaciones.
Una opción de almuerzo podría ser una ensalada de garbanzos en conserva, mezclados con cebolla morada, pimientos, aceitunas negras y un aliño de aceite de oliva virgen extra y vinagre. Esta ensalada se puede acompañar de mejillones en escabeche o sardinas en aceite, servidos sobre pan rústico. Como maridaje, un vino blanco joven como un albariño de Rías Baixas aporta frescura y acidez, equilibrando tanto los sabores de las conservas como los matices del plato principal.
Otra propuesta sería una tabla de embutidos y quesos curados. Se puede combinar jamón serrano, salchichón ibérico, lomo embuchado, queso manchego y queso de oveja zamorano. Como guarnición, frutos secos como almendras tostadas, nueces y algunas uvas frescas completan la mesa de forma práctica. Para acompañar este menú, un tempranillo joven de Rioja o un mencía de Ribeira Sacra, servidos a temperatura ambiente, son los vinos más apropiados, ya que realzan los sabores salinos y grasos de los embutidos y los quesos.
Si se desea algo todavía más ligero para una cena, se puede preparar una ensalada de tomate de temporada con atún en conserva, alcaparras y un poco de orégano seco. Esta opción, fresca y fácil de preparar, se marida bien con un rosado de Navarra, que con su frescura y suavidad armoniza con los sabores del pescado y las hortalizas.
Otra idea sencilla es montar unas tostas de pan con paté de campaña o de aceitunas negras, acompañadas de pepinillos y cebollitas en vinagre. En este caso, un vino blanco de Rueda, elaborado con verdejo, resulta adecuado gracias a su equilibrio entre fruta y acidez.
Durante un apagón, la conservación del vino y de los alimentos es importante. Se recomienda mantener las botellas en lugares frescos, sombreados y ventilados, utilizando cavas portátiles si están disponibles, y evitar abrir repetidamente neveras o cámaras frigoríficas para preservar su temperatura interior.
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