Miércoles 26 de Marzo de 2025
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El Grifo, una bodega emblemática de Lanzarote, apuesta por el enoturismo de calidad en La Geria, una región conocida por su tradición vitícola. La bodega ofrece experiencias únicas que permiten a los visitantes sumergirse en la cultura del vino de la isla de manera respetuosa con el entorno. Entre las actividades propuestas, se incluye la visita a su museo, el recorrido por los chabocos centenarios y la exploración de nuevas técnicas como la viticultura regenerativa. Además, los visitantes pueden degustar algunos de los vinos más representativos de El Grifo, acompañados de productos locales.
El Grifo ofrece varias experiencias enoturísticas de lunes a viernes, de 10.00 a 18.00 horas. Una de ellas es El Grifo Wine Lovers, que dura 120 minutos y está diseñada para grupos de diez personas. Esta actividad incluye un paseo por los chabocos, la visita al lagar antiguo, la casa familiar y la biblioteca inaugurada por el poeta José Hierro, además de la degustación de seis vinos. El precio es de 50 euros por persona. Otra opción es el Viaje al mundo de El Grifo, que dura 60 minutos y cuesta 25 euros para adultos y 10 euros para niños. Esta experiencia es un homenaje a la historia de la bodega más antigua de Canarias e incluye la degustación de tres vinos.
La experiencia Cata de vinos singulares El Grifo, con una duración de 30 minutos y un precio de 30 euros por persona, permite descubrir cinco vinos excepcionales maridados con quesos canarios. Por otro lado, Tu paseo por la historia de El Grifo, de 45 minutos de duración y un coste de 15 euros para adultos, ofrece una visita con audioguía que permite conocer el lagar original de 1775, las viñas y disfrutar de dos vinos.
El Wine bar de El Grifo, abierto de lunes a viernes de 11.00 a 18.00 horas, celebra la riqueza de los productos locales y la excelencia de los vinos de la bodega. Entre las opciones disponibles se encuentran espumosos como Brut Nature Reserva Malvasía volcánica y Ancestral Blanco Ecológico, blancos como Semidulce colección, Lías o Finca Ramón Ecológico, tintos como Grano a Grano o el coupage Ariana, y el Rosado de Lágrima, o el Orange Wine. La oferta culinaria incluye mojama de atún de ‘Los Toledo’ con aceite de oliva virgen de Lanzarote y almendras, una tabla de cinco quesos con confitura de guayaba, tostada de chorizo de Teror con miel de palma, selección de tomates de Tinajo con ventresca de atún de ‘Los Toledo’ y salmón ahumado en Uga. Todo esto se puede disfrutar en un ambiente relajado, tanto en el interior como en la terraza.
El Grifo ha adquirido el Caserío de Mozaga, un paso importante en su evolución como destino enoturístico. Fermín Otamendi, co-propietario de la bodega, explica que la recuperación del Caserío de Mozaga es fundamental para combinar la tradición vinícola con la hospitalidad lanzaroteña, ofreciendo una experiencia completa y auténtica. El Caserío de Mozaga, situado en San Bartolomé y construido a finales del siglo XVIII, está catalogado como Patrimonio Histórico de Lanzarote. Ha sido habitado de forma continua hasta 1998, cuando comenzó a funcionar como hotel.
El Grifo asegura la continuidad de esta propiedad histórica dentro de la familia y refuerza su plan estratégico para diversificar y fortalecer su oferta enoturística. Ubicado en una finca de más de 10.000 m², el Caserío de Mozaga es un alojamiento boutique con 12 habitaciones, incluidas 3 suites, que ofrece una experiencia de confort y autenticidad en un entorno privilegiado. Desde hace más de 25 años, este hotel rural, que también dispone de restaurante, ha sido un referente de hospitalidad para viajeros de todo el mundo y ahora forma parte integral de la experiencia enoturística de El Grifo.
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