Martes 17 de Diciembre de 2024
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El Comité Européen des Entreprises Vins (CEEV) ha mostrado su respaldo a la adopción de las recomendaciones políticas propuestas por el Grupo de Alto Nivel de la Unión Europea sobre el futuro del sector vitivinícola. La última reunión de este grupo tuvo lugar el pasado 16 de diciembre en Bruselas, donde representantes de la Comisión Europea y de los Estados miembros, junto al nuevo Comisario de Agricultura y Alimentación, Christophe Hansen, aprobaron las directrices. Estas recomendaciones buscan ofrecer soluciones a los problemas estructurales y a las transformaciones que sufre actualmente el sector vitivinícola europeo.
Mauricio González-Gordon, presidente del CEEV, expresó su satisfacción por los resultados obtenidos. Subrayó que la creación del Grupo de Alto Nivel había sido un acierto por parte de la Comisión Europea, resaltando la necesidad de propuestas que puedan responder a los problemas más urgentes del sector, como el descenso continuado del consumo de vino en Europa. González-Gordon insistió en que las políticas futuras deben centrarse en las expectativas del mercado y los consumidores, permitiendo al sector contar con un marco regulador que facilite su adaptación y crecimiento. Aunque reconoció que no todos los problemas pueden resolverse mediante la normativa comunitaria, señaló la importancia de que esta proporcione un soporte adecuado para atravesar un momento complicado.
En este sentido, el CEEV destacó tres principios fundamentales presentes en las recomendaciones: competitividad, sostenibilidad y resiliencia. El apoyo de la Unión Europea debería orientarse a los operadores que invierten en el sector y fomentan la innovación, evitando al mismo tiempo medidas que puedan resultar contraproducentes. El objetivo es construir un modelo de producción de vino sostenible que permita afrontar las demandas del mercado internacional sin comprometer la viabilidad económica del sector.
Las recomendaciones aprobadas incluyen varias propuestas defendidas por el CEEV. Entre ellas, se encuentra la extensión de la validez de las autorizaciones de replantación y la exploración de nuevas estrategias para gestionar los excedentes de producción. Además, se ha planteado fomentar la cosecha en verde como alternativa al arranque de viñedos, una medida que en ocasiones ha generado controversia entre los productores.
Otro de los puntos clave es la solicitud de una mayor flexibilidad en la gestión financiera de los programas sectoriales del vino. Esto permitirá a los Estados miembros adaptar mejor las ayudas a las necesidades de los productores, optimizando los recursos disponibles. El mantenimiento de una estrategia robusta de exportación también figura entre las recomendaciones, así como el refuerzo de los programas de promoción de vinos en mercados internacionales, considerados esenciales para garantizar la presencia y competitividad de los vinos europeos fuera de las fronteras comunitarias.
En cuanto al cambio climático, el Grupo de Alto Nivel ha respaldado la adopción de medidas que promuevan la adaptación del sector a las nuevas condiciones climáticas. Estas acciones son vistas como un pilar fundamental para asegurar la resiliencia de las regiones vitivinícolas frente a fenómenos como las sequías prolongadas o las variaciones extremas de temperatura.
Asimismo, las recomendaciones incluyen propuestas para desarrollar un marco regulador específico para los vinos desalcoholizados y parcialmente desalcoholizados. Este segmento, que ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años, requiere de normas claras para garantizar su calidad y facilitar su comercialización. También se ha abordado la necesidad de regular ámbitos emergentes como el enoturismo y la venta a distancia, sectores que ofrecen oportunidades económicas para las zonas productoras.
El establecimiento de un sistema armonizado de etiquetado electrónico ha sido otro de los temas tratados con urgencia. El CEEV aboga por un sistema basado en códigos QR que no dependa del lenguaje para su comprensión. Este mecanismo permitiría a los consumidores acceder a información detallada sobre el producto de forma sencilla y eficiente.
Ignacio Sánchez Recarte, secretario general del CEEV, intervino durante la reunión para advertir sobre la necesidad de preservar un entorno equitativo para todos los operadores del sector. Mostró preocupación por posibles políticas que diferencien entre estructuras legales, como empresas privadas y cooperativas, señalando que este tipo de medidas podrían perjudicar el equilibrio del mercado.
Finalmente, Sánchez Recarte subrayó la importancia de que estas recomendaciones se materialicen pronto en un marco legal concreto. Indicó que la regulación del etiquetado electrónico y de los vinos desalcoholizados debería ser una prioridad a corto plazo, ya que representan áreas clave para la modernización del sector.
A pesar de los avances, el CEEV también hizo referencia a cuestiones pendientes que aún requieren atención por parte de la Unión Europea. Entre ellas, destacó la necesidad de definir los principios que orientarán una producción de uva y vino sostenible, un elemento que consideran esencial para afrontar las expectativas de los consumidores y las nuevas exigencias medioambientales.
Con estas recomendaciones, el sector vitivinícola europeo busca posicionarse de manera sólida para responder a los retos económicos, medioambientales y de consumo que marcarán su desarrollo en los próximos años.
Recomendaciones Políticas para el Futuro del Sector Vitivinícola de la UE (Resumen en español)
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