Por qué suprimir el vino en una dieta, es un profundo error

Septiembre es un mes de buenos propósitos como llevar una alimentación más saludable. Muchas personas se preguntan qué beber si...

Vilma Delgado

Viernes 23 de Septiembre de 2022

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joven cocinero abriendo vino

Septiembre es un mes de buenos propósitos como llevar una alimentación más saludable. Muchas personas se preguntan qué beber si estás a dieta y cuál es la relación entre vino y dieta. Tenemos buenas noticias: el consumo moderado de vino puede formar parte de tu dieta y ayudarte a sobrellevarla mejor.

Qué beber si estás a dieta: por qué no rechazar el vino

El vino para las personas a dieta no es un alimento prohibido. Existen diversos factores a tener en cuenta.

En primer lugar, está demostrado que las dietas muy restrictivas tienen un alto índice de abandono y producen el temido efecto rebote por el que se acaban ganando más kilos. Es mucho más beneficioso adoptar hábitos saludables y cambios en la forma de relacionarse con la comida.

Además, beber vino con moderación es un acto de disfrute y parte de la vida social de muchas personas que, pueden obtener un refuerzo positivo a la hora de mantener una dieta si pueden seguir disfrutando de tomar vino, siempre desde la mesura y el sentido común.

Dieta y vino

Si hay que escoger una bebida con alcohol para mantener dentro de una dieta esa es el vino. Una copa de vino con las comidas no es un problema a la hora de perder peso. El consumo moderado de vino puede ser un aliado dentro de una dieta equilibrada.

El vino es un alimento. Es cierto que el alcohol cuenta con calorías vacías, es decir, son calorías que no aportan nutrientes. Pero el vino no es alcohol, es mucho más, es una bebida fermentada (no es un destilado), es decir sigue un proceso de elaboración similar a, por ejemplo, el pan o el cacao. De hecho el vino contiene sales minerales como Potasio, Sodio, Calcio, Cloro, Azufre, Flúor, Silicio, Yodo, Bromo y Boro, también Hierro, Cobre, Zinc y Manganeso. En el caso de las vitaminas, en el vino encontramos presencia de la B12, B6 y B2.

Por otro lado, el vino no contiene nada de grasas, ni proteínas y una cantidad muy pequeña de carbohidratos.

Pero si hay algo en lo que el vino supera al resto de alimentos, es en polifenoles, sustancias que se han demostrado poseen grandes beneficios para la salud. De hecho, existen multitud de estudios sobre los polifenoles del vino y sus efectos beneficiosos en el metabolismo. En concreto, algunos estudios lo asocian con la pérdida de grasas ya que sus propiedades antioxidantes y sus efectos de vasodilatación pueden ayudar a mejorar el perfil lipídico (grasas).

En resumen, acompañado de hábitos saludables, el vino no te hará ganar peso y no impide perder esos kilos de más.

El mito azúcar

A pesar de que su sabor no es para nada dulce, hay un mantra entre mucha gente y es pensar que el vino tiene azúcar. Esa falsa creencia proviene, quizás, del razonamiento erróneo de que "si las uvas tienen mucho azúcar el vino debe tenerlo". La realidad es que la mayoría de vinos no tienen casi azúcar, porque sino no serían vino. En efecto, el vino no tiene azúcar porque desaparece durante la fermentación, en eso consiste precisamente este proceso, en la transformación del azúcar del mosto en alcohol mediante levaduras para la obtención de vino. No obstante, en los vinos siempre existe una pequeña cantidad de azúcar, llamado "azúcar residual", que no ha podido ser metabolizado durante la fermentación, pero que en cualquier caso es una cifra inferior al 1%.

Existen algunas excepciones a lo anterior que son los vinos dulces (como algunos espumosos, los oporto y algunos jereces, etc.) pero, en todo caso, la mayoría de vinos en el mercado se encuentra en el rango de vinos con bajo azúcar residual.

El mito de que el vino tiene azúcar es algo que a enólogos y bodegueros puede llegar a irritar mucho porque supone un profundo desconocimiento de esta bebida.

¿Cómo beber vino si estás a dieta?

Vino y dieta no están reñidos siempre que se sigan algunas recomendaciones sencillas.

Beber vino en las comidas

El vino puede ayudar a mejorar el metabolismo de las grasas, principalmente por su contenido en resveratrol. Gracias a esto, tu cuerpo quemará más calorías y más rápido. El aumento de la temperatura corporal también es un factor decisivo para esta quema de calorías. Además, los polifenoles del vino pueden reducir el apetito.

Moderación

La recomendación es tomar una copa al día en el caso de las mujeres y un máximo de dos copas en el caso de los hombres.

Evita los vinos altos en azúcares

Al igual que ocurre con otros alimentos, hay que descartar el consumo de vinos con un alto contenido en azúcar. Evita los vinos semidulces, dulces, generosos y vinos de licor. Si prefieres los espumosos, apuesta por los brut o brut nature.

Vinos de calidad

Además del disfrute, un vino de calidad mantendrá un mejor perfil nutricional y mejores cualidades organolépticas.

¿Cuántas calorías tiene el vino?

El número de calorías varía dependiendo del tipo de vino, las variedades de uva, el volumen alcohólico y el azúcar, entre otros factores.

En general, las calorías del vino se mueven entre las 70 y las 180 por copa. Si eres de los que miran con atención las etiquetas, escoge aquellos vinos secos (como hemos visto antes) o que tengan como máximo 5 gramos de azúcar por litro.

Hay algunas sencillas reglas que te pueden ayudar a elegir el vino para la dieta.

  • Los vinos secos tienen menos carbohidratos que los dulces.
  • Los tintos tienen más calorías que los blancos, aunque algunas variedades de uva blanca pueden alcanzar las mismas calorías, como es el caso de la chardonnay.
  • A mayor volumen de alcohol, más calorías tendrá el vino.

Qué puedes beber si estás a dieta

Agua

La bebida principal de cualquier dieta saludable es el agua. Mantenerse hidratado es fundamental para gozar de buena salud. Ocho vasos al día es una cantidad adecuada para un adulto.

Infusiones y café

Otro aporte bueno de hidratación son las infusiones y el café, siempre que los bebas sin azúcar.

Olvida los refrescos

Aunque existen muchos refrescos sin azúcar, está demostrado que el consumo de bebidas carbonatadas incita al consumo de alimentos azucarados.

Vino

Como hemos dicho, el vino puede estar presente en tu dieta. Pero ¿tomar vino blanco engorda menos que beber tinto? La diferencia de calorías es insignificante, unas 10 calorías menos en los blancos y rosados. Además, si prefieres el tinto, te beneficias de una mayor concentración de polifenoles. Por tanto, es aconsejable que tomes el vino que te guste, independientemente de que sea blanco, tinto, rosado o espumoso.

 

Ya conoces qué beber si estás a dieta. Puedes tomar una copa de vino junto a una comida saludable en la que primen los alimentos de origen vegetal y la proteína de calidad. No olvides adoptar un estilo de vida activo y disfrutar de tu copa de vino en compañía para tener éxito en tu dieta.

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