Aranzabal (Rioja Alta): Este año venderemos más en Nueva York que en Madrid

El Grupo La Rioja Alta venderá este año más vino en Nueva York que en Madrid, alrededor de 120.000 botellas, lo que da muestras de la apuesta por la internacionalización de la compañía, según ha resaltado su presidente, Guillermo de Aranzabal

Madrid

Martes 09 de Abril de 2013

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En un encuentro con periodistas en el Club Internacional de Prensa de Madrid, Aranzabal ha explicado que la comercialización de su vino en Madrid también crece, aunque nada comparable con el tirón en Estados Unidos, que será su principal mercado exterior.

Hoy venden 4 millones de botellas entre las diferentes bodegas: La Rioja Alta (Haro, La Rioja), Torre de Oña (Laguardia, Álava), Aster (Anguix, Burgos) y Lagar de Cervera (Fornelos, Pontevedra).

La crisis "nos ha afectado mucho", ha precisado, porque los restaurantes de gama media o media-alta a los que se dirigen han sufrido especialmente -"nunca" les interesó estar en los lineales de los supermercados-, lo que les obliga a mirar al exterior.

Tradicionalmente, el 80 % de sus ventas se hacían en España, pero hoy más del 50 % se dirigen fuera, impulsadas por el trabajo de su oficina en EEUU y de dos delegados, uno para Reino Unido y Escandinavia, y otro para "países germanos", Rusia y Asia.

México es su principal mercado exterior, pero todo apunta que este año lo desbancará EEUU, según las previsiones de la bodega.

Ha detallado que hay emergentes en los que se ve potencial desde hace décadas, como China, pero que su crecimiento va aún "poco a poco" y dirigido más a la compra de vinos caros franceses o muy baratos.

En todo caso, China es su octavo mercado de exportación -de entre los 45 destinos mundiales-, por detrás de EEUU, México, Reino Unido, Suecia, Alemania, Suiza y Puerto Rico, y por delante de Rusia; otros ámbitos potenciales según apuntan son Rusia, la India o Brasil.

Respecto a la estrategia de la bodega, han subrayado el mantenimiento del carácter familiar, porque "no tenemos tentación ni necesidad de vender a ningún grupo" y descartan cotizar en Bolsa, que "no tiene ningún aliciente para nosotros".

La política empresarial pasa por pagar dividendos a los accionistas, que esas acciones "tengan valor" y ofrecer garantías de que la compañía recomprará los títulos si así lo demandan.

Tampoco barajan ahora comprar bodegas: el grupo ya está presente en las principales zonas vinícolas -excepto en Jerez de la Frontera (Cádiz)-, ya que "no es el momento", porque "dentro de uno o dos años pueden ser más baratas" y no hay muchas que permitan obtener un vino de entre 10 y 50 euros -nicho al que se dirigen- con la necesaria competitividad.

Según ha reconocido, en estos tiempos de crisis ha cambiado la valoración de muchos críticos hacia sus vinos: hace 10 o 15 años sucumbían a "la moda" de los "de autor", pero ahora vuelven "a los clásicos", con algunas adaptaciones.

Como ejemplo de tendencia, "Viña Arana" acaba de ser elegido como "Wine of the Week" (Vino de la Semana) por el diario Los Angeles Times.

Frente a las modas, la compañía seguirá elaborando "los mejores vinos clásicos", que define como "muy redondos", elegantes y complejos, pero cogiendo también elementos positivos de los nuevos, que aportan más color, intensidad, estructura o tanicidad.

Su apuesta, ofrecer "clásicos de vanguardia", ha señalado.

También apuntan a la reinversión -sólo reparten entre el 10 y el 15 % de sus beneficios en dividendos- y la diversificación, y en este sentido baraja comprar parte del 40 % de las acciones que Bankia tiene en la compañía de energía eólica Firsa y aumentar su porcentaje, que ahora se sitúa en el 10 %.

Dispone ya de un pequeño porcentaje en Vidrala -el segundo mayor fabricante de botellas de vidrio para vino de Europa-; controla al grupo Albertia Servicios Sociosanitarios -unas 800 plazas en residencias de tercera edad- y muestra interés por financiar a otras empresas en proyectos de energías limpias.

Entre los novedades agronómicas, ha avanzado que plantan viñas para producir uvas de la variedad "graciano", con el objetivo de utilizar entre el 15 y el 20 % de esta categoría -de la que hay muy poca oferta y reducida a viñedos viejos- para elaborar sus grandes reservas.

Según ha destacado, han aplicado el concepto de responsabilidad social antes que otras bodegas y, desde hace seis o siete años, destinan el 0,7 % de sus resultados a proyectos solidarios del Tercer Mundo, un empeño especial de su hermana, médico y estos días de trabajo en Uganda.

Fruto de su estrategia de protección del medioambiente, una de sus bodegas (Torre de Oña) utiliza huesos de aceituna como fuente energética y se adelantan a los efectos del cambio climático cultivando en zonas de mayor altitud e incluso introduciendo cereal entre viñedos para influir en los nutrientes del terreno.

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