Valladolid
Jueves 16 de Agosto de 2012
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La vendimia de este año se presenta en buena parte de las denominaciones de origen de vinos de Castilla y León con previsiones de una cosecha menor al año pasado, por la sequía, de hasta un 15 por ciento menos en algunas de ellas, salvo que llueva a tiempo antes de que se empiece a recoger a la uva.
Águeda del Val, directora Técnica de la Denominación de Origen Cigales, explicó que la cosecha puede venir mermada en alrededor de un 15 por ciento, respecto a los 7,6 millones de kilos del año pasado.
"Vendría de perlas una buena chaparrada", puesto que la lluvia viene muy bien a estas alturas y este año no ha habido los problemas por hongos propios de campañas más húmedas, comentó, además de que algunos racimos todavía "están más pequeños de lo que deberían".
En Arlanza, el gerente del Consejo Regulador, Ignacio Marqués, estimó que la cosecha, que es la que más tarde se realiza en Castilla y León, será "algo corta", por lo que será "muy improbable" llegar al récord cercano a 1,7 millones de kilos del año pasado.
Aunque todavía podrían producirse cambios si llueve en los momentos adecuados, la cosecha de este año podría ser un 15 por ciento inferior.
Sin embargo, en Ribera del Duero no se hacen estimaciones sobre la cantidad de uva ni sobre las fechas de vendimia, según fuentes del Consejo Regulador, para evitar que este dato pueda influir en la negociación de precios entre viticultores y bodegueros.
El presidente del Consejo Regulador de Rueda, Francisco Javier De Íscar, confirmó una cosecha "más floja", "debido a la sequía y a los fallos en la brotación por las heladas en octubre", si bien confía en alcanzar los 70 millones de kilos de uva.
"Si llegamos a 70 millones", por los 75 recogidos en 2011, "me daría por satisfecho", matizó De Íscara, quien advirtió de que la situación "podría empeorar" si sigue sin llover.
No obstante, recordó que el pasado año también la uva sufrió un gran estrés hídrico y al final se recuperó algo por las lluvias caídas en los últimos días de agosto.
Si el tiempo no varía, se espera comenzar la vendimia durante la segunda semana de septiembre, diez días más tarde que en 2011, en el que la cosecha se vio adelantada por el calor de la última semana de agosto, que produjo una "maduración más rápida de la uva".
De Íscar avanzó que se espera un "repunte en los precios de la uva" y, por tanto, del vino, lo que supone una "buena noticia" para una Denominación que sigue creciendo gracias a la exportación.
El gerente de Tierra del Vino de Zamora, José Manuel Braña, explicó que aunque hasta dentro de diez días no elaborarán la primera previsión oficial, el avance realizado por las primeras parcelas supervisadas indica que la campaña no será ni muy corta ni excesivamente larga en producción.
Los primeros datos indican que pueda rondar el millón de kilos de uva, en la media del último quinquenio, aunque ligeramente menor que el año pasado, pero para ello es necesario que llueva algo a finales de agosto.
Por su parte, el veedor de la Denominación de Origen Toro, Carlos Gallego, declaró que la cosecha este año será menor, aunque es pronto para cuantificar el porcentaje de merma respecto a los 20 millones de kilos del pasado año.
Según el gerente de la Denominación de Origen Arribes, Carlos Capilla, "con el calor que está haciendo y las condiciones que ha habido este año, la previsión es que la cosecha de la uva se inicie en la última semana de agosto".
En declaraciones, el director técnico del Consejo Regulador de Tierra de León, Alejandro González, afirmó que, por lo general, la primera quincena de septiembre es el periodo de cosecha, aunque "todo parece indicar" que la falta de lluvia lo retrasará hasta la segunda quincena.
Fuentes del Consejo Regulador de Bierzo comentaron que se espera un retraso en la fecha de inicio en esta zona.
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