Italia resiste la caída global del vino con solo un 2% menos en exportaciones y crece en Alemania y Brasil

El sector italiano de vinos, espirituosos y vinagres ha mostrado una capacidad de adaptación notable durante los primeros nueve meses de 2025, según el último informe del Observatorio Federvini, elaborado por Nomisma y TradeLab. A pesar de las dificultades derivadas de las tensiones comerciales internacionales y la ralentización económica, las empresas del sector han mantenido su presencia en los mercados clave y han sabido aprovechar nuevas oportunidades de consumo.

Giacomo Ponti, presidente de Federvini, ha explicado que los datos reflejan una transformación en los hábitos de consumo. Según Ponti, se está produciendo un cambio desde un consumo habitual hacia uno más selectivo, donde la calidad de la experiencia adquiere mayor importancia que la frecuencia. Las empresas italianas están respondiendo a este cambio invirtiendo en valores e identidad de marca, lo que les permite superar barreras arancelarias y adaptarse a la incertidumbre económica. Esta tendencia también se observa en el mercado interno, donde productos como los espumosos y los aperitivos mantienen su atractivo entre las familias italianas, que ajustan sus elecciones a los nuevos estilos de vida.

En el ámbito internacional, el informe señala un ajuste en los flujos comerciales. El mercado estadounidense ha registrado una reducción natural tras un pico excepcional de pedidos a principios de año para anticipar posibles aranceles. En concreto, las exportaciones de vino italiano a Estados Unidos han caído un 4,8% en valor y las de espirituosos un 5%. Sin embargo, este descenso se interpreta como una normalización tras el aumento previo. A pesar de ello, Italia ha mostrado una competitividad superior a otros grandes exportadores: la caída total del vino italiano (-2% en valor) es menor que la registrada por Chile (-6,7%) y Francia (-2,4%).

Otros mercados han mostrado señales positivas para el sector italiano. Alemania ha incrementado sus importaciones de vino italiano en un 8,8% y Brasil en un 8,7%. En cuanto al vinagre, aunque se observa una bajada global del 2,7%, hay crecimientos importantes en Corea del Sur (+33,9%), China (+29,9%) y Canadá (+20,1%). Las exportaciones italianas de espirituosos, licores y grappa han disminuido en general durante los primeros nueve meses del año. No obstante, se han registrado aumentos notables en Japón (+28,9%), Canadá (+9,8%) y especialmente en China (+94,1%).

En el mercado interno italiano, los datos de la Gran Distribución Organizada muestran estabilidad para el vino (+0,9% en valor), impulsada sobre todo por el buen comportamiento de los espumosos y las burbujas, que crecen un 6% en volumen. El sector de los espirituosos también presenta resultados positivos tanto en valor (+0,3%) como en volumen (+0,7%). Este crecimiento se debe principalmente al interés por los aperitivos alcohólicos (+4,3% en valor) y por los destilados y aguardientes (+1%). El vinagre sigue siendo un producto habitual en la cesta italiana con un aumento del 3% en valor; dentro de este segmento destacan el Aceto Balsamico di Modena IGP (+2,4%) y el vinagre de manzana (+5,5%).

En el canal Horeca (hostelería y restauración), TradeLab observa una reducción leve en la frecuencia de visitas (-1,4%), pero con un gasto medio mayor por visita (+1,3%), influido por la inflación. Los consumidores italianos tienden a seleccionar mejor cuándo salir fuera de casa y buscan experiencias más valiosas. Las franjas horarias dedicadas al ocio nocturno muestran cierta recuperación; por ejemplo, las visitas después de cenar aumentaron un 2,1% durante el tercer trimestre. El consumo fuera del hogar refleja una preferencia por la calidad frente a la cantidad: tanto vinos como cócteles registran descensos del 7% y 5%, respectivamente. Sin embargo, las burbujas resisten mejor (-3%), beneficiándose especialmente durante el verano.

El informe concluye que el sector mantiene su solidez estructural y capacidad para adaptarse a cambios tanto internos como internacionales. Las empresas italianas continúan apostando por la calidad y la identidad para responder a las nuevas demandas del mercado.