Xalapa y Coatepec lideran la renovación de la cocina veracruzana con proyectos que fusionan tradición e innovación

Colectivos y chefs impulsan la economía local y celebran la diversidad cultural a través de propuestas gastronómicas contemporáneas

Miércoles 29 de Octubre de 2025

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Xalapa y Coatepec lideran la renovación de la cocina veracruzana con proyectos que fusionan tradición e innovación

La cocina de Veracruz ocupa un lugar central en la gastronomía mexicana por su diversidad y su historia. El estado de Veracruz, situado en la costa este de México, ha sido desde tiempos antiguos un punto de encuentro entre culturas. En su territorio convivieron pueblos originarios como los nahuas, totonacos, huastecos y popolucas. Cada uno aportó ingredientes y técnicas que se mantienen en la actualidad. La geografía del estado, que abarca costa, montaña y zonas tropicales, ha permitido el desarrollo de cocinas regionales muy diferenciadas.

En la zona norte de Veracruz, los productos del mar y la caza menor son habituales en la mesa. En el centro, el maíz y los chiles forman la base de muchos platos. En el sur, el plátano, la yuca y el cacao son ingredientes comunes. La llegada de los españoles en el siglo XVI supuso la incorporación de nuevos productos como el aceite de oliva, las carnes curadas y especias traídas de Europa y Asia. Esta mezcla dio lugar a una de las primeras cocinas mestizas del continente americano.

Platos como el mole de Xico, el pescado a la veracruzana, los tamales canarios o las picadas muestran cómo la cocina local ha sabido transformar los ingredientes en símbolos culturales. El maíz, alimento básico en toda Mesoamérica, se prepara en Veracruz de formas muy variadas: mezclado con manteca, envuelto en hoja de plátano o cocido en piedra caliente, según la región.

La cocina veracruzana es también un reflejo de la historia social y cultural del estado. Cada receta es una muestra de la memoria colectiva, transmitida de generación en generación. Aunque la modernidad ha traído nuevas técnicas y discursos gastronómicos, la esencia de esta cocina se mantiene. Cocinar sigue siendo una forma de expresar identidad y pertenencia.

En la actualidad, una nueva generación de cocineros, productores y restauradores está renovando la tradición culinaria veracruzana. En ciudades como Xalapa y Coatepec, el Colectivo Gastronómico Xalapa-Coatepec impulsa proyectos que buscan dar visibilidad a la riqueza cultural y culinaria del territorio. Este colectivo fomenta la colaboración entre chefs, productores y creativos, creando un entorno donde se comparten conocimientos y se fortalecen los vínculos locales.

Uno de los proyectos más conocidos es Casa Bonilla, dirigido por el chef Manolo Martínez. Este espacio combina restaurante, mezcalería, galería y centro cultural. Su propuesta recupera productos como los langostinos de río, reinterpretados con técnicas actuales y maridajes pensados para resaltar su sabor. Casa Bonilla busca contar la historia de una familia y una región a través de la gastronomía.

Kaliman es otro ejemplo de innovación en Xalapa. Su cocina fusiona mariscos frescos con influencias asiáticas en un ambiente inspirado en la cultura pop de los años setenta. El restaurante apuesta por la sostenibilidad, utilizando en su carta un alto porcentaje de ingredientes provenientes de pesca responsable.

Mesa Criolla, bajo la dirección del chef Javier Cerrillo, utiliza el fuego y el humo como elementos centrales. Sus menús de temporada combinan creatividad y respeto por el producto local. Además, Mesa Criolla promueve la colaboración entre restaurantes y emprendedores de la zona, contribuyendo al desarrollo gastronómico en comunidad.

Ajolote, liderado por Irving Osmar, rinde homenaje a la cocina del norte veracruzano desde una perspectiva contemporánea. El restaurante utiliza productos locales y técnicas depuradas para ofrecer una propuesta que conecta tradición y modernidad.

Estos proyectos han convertido a Xalapa y Coatepec en puntos de referencia para quienes buscan conocer la cocina veracruzana actual. Desde los huertos y mercados hasta los restaurantes contemporáneos, los ingredientes cuentan una historia de respeto por la tierra y colaboración entre productores y cocineros.

La cocina veracruzana es más que un conjunto de recetas. Es una red viva que refleja la historia, la biodiversidad y la sensibilidad de su gente. En ella confluyen el maíz y el cacao, el mar y la sierra, la herencia indígena y la influencia europea. También incorpora la visión de una nueva generación que experimenta con técnicas como la fermentación o la nixtamalización, sin perder el vínculo con el origen.

El trabajo del Colectivo Gastronómico Xalapa-Coatepec y otros actores locales impulsa la economía regional y celebra la diversidad cultural del estado. La cocina veracruzana sigue presente en plazas, cafés, panaderías artesanales y mercados donde se mantiene viva la tradición de moler el maíz a mano.

Veracruz mantiene su papel como referente gastronómico en México. Su cocina es memoria viva del mestizaje y símbolo de identidad nacional. Cada plato es testimonio del pasado y del presente, mostrando cómo la gastronomía puede ser una forma de entender el territorio y reconocerse en el sabor.

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