El Ratonero Bodeguero Andaluz: una raza autóctona con historia vinícola

La raza está reconocida oficialmente y representa una parte viva del patrimonio del Marco de Jerez

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Viernes 18 de Julio de 2025

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La historia del Marco de Jerez como una de las principales áreas productoras y exportadoras de vinos, no sólo ha repercutido en esa importante revolución industrial en la zona que todos conocemos. A su vez, son muchos los ámbitos en los que ha dejado huella, más allá del importante desarrollo urbanístico, económico, industrial, sociológico o cultural. De hecho, ha dado lugar a numerosas curiosidades que nos han situado en el mapa de formas muy singulares.

En este artículo me gustaría hablar del Ratonero Bodeguero Andaluz, una raza de perros autóctona cuyo origen se encuentra estrechamente ligado a la historia vinícola del Marco de Jerez.

Desde el punto de vista de la propia raza, su origen genético procede de aquellos Terriers de origen inglés, que comerciantes vitivinícolas asentados en la zona durante los siglos XVIII y XIX trajeron consigo desde tierras británicas. Estos perros se cruzaron con canes locales, dando lugar a una raza adaptada a las necesidades específicas del entorno bodeguero.

Como su nombre indica, el término "bodeguero" hace referencia a una de sus principales funciones dentro de las propias bodegas: dar caza y ahuyentar a los pequeños roedores que amenazaban la integridad de las botas de vino. Su tamaño ágil, su olfato fino y su gran energía lo hacían ideal para moverse entre las andanas de barricas y actuar rápidamente. Esta labor era fundamental para proteger tanto el vino como la madera, evitando el deterioro que los roedores podían causar.

La raza está oficialmente reconocida por la Real Sociedad Canina de España y por el Ministerio de Agricultura, siendo presentados los primeros estatutos de la Asociación Nacional del Perro Ratonero Bodeguero Andaluz (ANPRA) ante el Ministerio del Interior en 1983. Desde entonces, esta raza ha ido ganando presencia no sólo como perro de trabajo, sino también como animal de compañía.

A día de hoy, el Ratonero Bodeguero Andaluz ya no cumple su antigua función en las bodegas del Marco, al menos no de forma generalizada. Sin embargo, sigue siendo una raza muy valorada por su temperamento, su fidelidad y su gran inteligencia. Su carácter activo y curioso lo convierte en un compañero ideal para familias, especialmente en entornos rurales o semiurbanos donde pueda ejercitarse con regularidad.

Físicamente, se trata de un perro de tamaño mediano, complexión delgada y atlética, con un pelaje corto, liso y denso, predominantemente blanco. Una de sus características más distintivas es la cabeza, donde destacan las manchas negras y rojizas, así como sus ojos vivaces y orejas erguidas o semi-erguidas, que revelan su constante atención.

Pero además de su funcionalidad, el Bodeguero Andaluz representa un patrimonio vivo de nuestra tierra. No es simplemente un perro: es una pieza más del entramado cultural que gira en torno al Marco de Jerez. Muchos vecinos de la zona han crecido con uno de estos animales en casa, y aún hoy son frecuentes en cortijos.

Incluso fuera de nuestras fronteras, el Bodeguero empieza a llamar la atención de criadores y amantes de perros en países como Alemania, Bélgica o Estados Unidos, donde se valora tanto su temperamento como su capacidad de adaptación.

En un mundo en el que las razas caninas tienden a globalizarse, el Ratonero Bodeguero Andaluz nos recuerda la importancia de preservar lo autóctono, lo propio, y de poner en valor esos vínculos entre tradición, trabajo y naturaleza.

Por todo ello, este pequeño gran perro no sólo merece nuestro cariño, sino también el reconocimiento como parte del legado que la historia vinícola ha dejado en nuestra tierra. Y es que, como ocurre con los grandes vinos del Marco, cuanto más se conoce al Bodeguero Andaluz, más se le aprecia.

Un artículo de Inmaculada Peña
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