Lunes 26 de Mayo de 2025
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El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte ha iniciado la certificación de las primeras cerezas de la temporada. Este año, la campaña incorpora tres nuevas variedades: Van, Lapins y Burlat. Estas se suman a la ya conocida Navalinda, tras una modificación en el pliego de condiciones que regula la denominación. El presidente del Consejo Regulador, José Antonio Tierno, ha informado que esperan alcanzar una producción total de siete millones de kilos de cereza certificada y tres millones de picota. Esto supone un aumento de 6,5 millones de kilos respecto al año anterior.
La campaña actual presenta un retraso de unos quince días en comparación con otros años. Según el Consejo Regulador, este retraso se debe a las lluvias prolongadas durante los primeros meses de la primavera. A pesar de este fenómeno, no se han producido daños meteorológicos graves y se prevé una buena campaña tanto en cantidad como en calidad, siempre que el clima acompañe en las próximas semanas.
Las primeras cerezas certificadas corresponden a la variedad Burlat, que es la más temprana del Valle del Jerte. Estas cerezas tienen un calibre que oscila entre los 22 y los 28 milímetros y su recolección se extiende hasta finales de mayo o principios de junio. Después llegará el turno de la variedad Navalinda, seguida por Van, las picotas y finalmente Lapins. Esta última es la más tardía y representa entre el 30% y el 40% del total de la producción anual. La introducción de estas nuevas variedades permite disponer de producto certificado durante toda la campaña, lo que facilita su presencia continua en los mercados.
El presidente del Consejo Regulador ha explicado que la inclusión de estas variedades responde a la necesidad de compensar la reducción en la producción registrada en campañas anteriores. En los últimos treinta años, factores como el cambio climático y la evolución natural de los cultivos han provocado floraciones irregulares y han acortado el periodo de maduración del fruto. Ante estos problemas, las variedades Van, Lapins y Burlat ayudarán a mantener el volumen necesario para abastecer al mercado.
Como novedad este año, cerezas y picotas coincidirán en los puntos de venta hasta el final de la temporada. Tras certificar las variedades más tempranas, el Consejo Regulador prevé iniciar la certificación de las picotas hacia mediados de junio.
En el Valle del Jerte se cultivan más de cien variedades diferentes entre cereza y picota. Sin embargo, solo ocho cuentan con el sello oficial de calidad que otorga la Denominación de Origen Protegida. Los cerezos crecen en montañas que alcanzan hasta 1.200 metros sobre el nivel del mar. El cultivo se realiza siguiendo métodos naturales y la recolección se lleva a cabo manualmente para preservar la integridad del fruto.
La selección es rigurosa y solo las mejores cerezas y picotas reciben el sello identificativo “Cereza del Jerte”. Este distintivo aparece en una contraetiqueta visible en las cajas que llegan a los mercados desde esta zona productora extremeña. El proceso garantiza al consumidor un producto con origen controlado y calidad reconocida.
La campaña actual representa un paso importante para los productores del Valle del Jerte. La ampliación del catálogo certificado permitirá responder mejor a las demandas del mercado y asegurar una mayor presencia durante toda la temporada comercial. Los agricultores confían en que las condiciones meteorológicas sigan siendo favorables para cumplir con las previsiones anunciadas por el Consejo Regulador.
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