Nueva Zelanda lidera el consumo mundial de vino australiano con más de nueve botellas por persona al año

El Reino Unido y Dinamarca completan el podio, mientras marcas como Penfolds y Yellow Tail ganan terreno fuera de Australia

Lunes 19 de Mayo de 2025

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Un estudio reciente realizado por el restaurante italiano Italian Street Kitchen ha analizado el consumo internacional de vinos australianos. El informe utiliza datos de exportación y los compara con la población en edad legal para beber de cada país, además de analizar las búsquedas en Google sobre marcas de vino australiano. El objetivo es conocer qué países consumen más vino australiano y cuáles son las marcas preferidas fuera de Australia.

Según los resultados, Nueva Zelanda ocupa el primer puesto en consumo per cápita de vino australiano. Cada persona en edad legal para beber consume una media de 9,38 botellas al año. Esta cifra se explica, en parte, por la cercanía geográfica y los acuerdos comerciales entre ambos países, como el ANZCERTA. La marca más consumida en Nueva Zelanda es Penfolds, seguida por Jacobs Creek, 19 Crimes, Bay of Fires y Hardys.

El Reino Unido figura en segundo lugar, con un consumo anual de 5,33 botellas por persona. Este dato resulta llamativo si se tiene en cuenta la distancia entre ambos países y la gran población británica, cercana a los 70 millones de habitantes. En el Reino Unido, además de Penfolds, las marcas más buscadas y consumidas son 19 Crimes, Bay of Fires, Yellow Tail, Hardys y Saltram.

Dinamarca aparece como tercer país consumidor, con una media anual de 5,02 botellas por persona. En este caso, la marca preferida es Yellow Tail. Otras marcas que tienen buena acogida en Dinamarca son Hardys, Penfolds, Giant Steps, Nepenthe y Beringer.

Australian wine exports surge as New Zealand, UK, and Denmark lead global consumption
Giulio Marchese

El estudio también recoge declaraciones del chef Giulio Marchese, jefe de cocina del grupo Italian Street Kitchen. Marchese ofrece consejos sobre cómo elegir y combinar vinos con diferentes platos. Según el chef, la clave está en buscar armonía entre la comida y el vino. Para platos con salsa de tomate recomienda tintos como Sangiovese o Montepulciano. Para entrantes ligeros o pizzas de marisco sugiere blancos frescos como Vermentino. Si el plato es contundente, como un ragú de ternera, aconseja un tinto seco tipo Shiraz para equilibrar la intensidad del plato. Para risottos cremosos o pescados opta por blancos afrutados como Pinot Grigio.

Marchese también comparte algunas de sus elecciones personales cuando selecciona vinos para acompañar sus menús. Aunque suele preferir vinos italianos cuando está en su país natal, reconoce que Australia produce vinos de gran calidad. Entre sus favoritos menciona el Cavedon ‘Adelia’ Prosecco del King Valley para empezar una comida con burbujas frescas; el Chalmers Vermentino de Heathcote para platos ligeros o mariscos; y el Amadio Sagrantino de Adelaide Hills para platos más intensos como pizzas al horno o guisos largos.

La industria vinícola australiana tiene un valor estimado de 7.200 millones de dólares australianos y exporta cerca del 60% de su producción a otros países. Los datos del estudio muestran que tanto consumidores cercanos como lejanos aprecian la variedad y calidad del vino australiano. Las marcas mencionadas han conseguido consolidarse fuera de sus fronteras gracias a su presencia constante en los mercados internacionales y a la preferencia que muestran los consumidores por sus productos.

El informe pone en valor cómo el vino australiano se ha convertido en una referencia tanto para quienes buscan opciones asequibles como para quienes desean productos reconocidos dentro del sector vinícola mundial. Además, resalta la importancia del turismo del vino y la gastronomía asociada a estas regiones productoras que siguen ganando adeptos año tras año.

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