La futura PAC se perfila con más apoyo a pequeñas explotaciones y ajustes en sus objetivos ambientales

La Política Agraria Común (PAC) de la Unión Europea se encuentra en una fase de análisis y debate sobre su orientación a partir de 2028. Aunque todavía no hay una propuesta formal, los expertos consultados por Efeagro coinciden en que el rumbo dependerá de varios factores. Entre ellos figuran los resultados de las elecciones europeas, la evolución de la guerra en Ucrania y la situación geopolítica y comercial internacional.

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha previsto reuniones con representantes del sector agrario tras la Semana Santa para comenzar a tratar este asunto. El ministro Luis Planas ha señalado que España defenderá una PAC con identidad propia, tanto desde el punto de vista institucional como jurídico, y con una financiación adecuada. Esta posición coincide con las demandas de las organizaciones agrarias del país.

En diciembre de 2024, durante la presidencia húngara del Consejo de la UE, los ministros de Agricultura aprobaron un documento que subraya el papel estratégico de la PAC para garantizar el suministro alimentario en los países miembros. También se remarcó la necesidad de inversiones para mejorar la competitividad y sostenibilidad del sector.

Isabel Bardají, profesora de Economía y Política Agraria en la Universidad Politécnica de Madrid y directora del Ceigram, ha explicado que no se conocerán detalles concretos hasta que se defina el nuevo Marco Financiero Plurianual (MFP) de la UE. Este marco establece el presupuesto comunitario para varios años. La Comisión Europea revisó el actual MFP 2021-2027 en junio de 2023 para incluir fondos destinados a paliar los efectos de la guerra en Ucrania y a políticas migratorias. Además, hace pocas semanas propuso aumentar el gasto en defensa en 800.000 millones de euros.

Bardají considera que la futura PAC mantendrá su orientación ambiental, aunque con ajustes. Según ella, continuará vinculada al Pacto Verde Europeo mediante instrumentos como los ecorregímenes, pero sin seguir los objetivos numéricos fijados por la Estrategia De la Granja a la Mesa. Esta estrategia proponía reducir un 20 % el uso de fitosanitarios y un 50 % el uso de fertilizantes, además de alcanzar un 25 % de superficie agrícola ecológica para 2030.

La profesora también cree que los fondos se dirigirán más hacia explotaciones pequeñas o medianas que realmente necesiten apoyo económico, dejando en segundo plano a grandes grupos inversores que han entrado recientemente en el sector agrario. Otro aspecto que ganará peso será el relevo generacional, con medidas específicas para facilitar el acceso a jóvenes agricultores.

La posible adhesión futura de Ucrania a la Unión Europea también influirá en el diseño de la PAC. Ucrania es uno de los principales productores mundiales de cereales y girasol. Su integración podría afectar al comercio agrícola dentro del mercado común europeo, aunque no necesariamente implicaría una reducción directa en las ayudas destinadas a España.

Ignacio Atance, director del Servicio de Estudios de la Fundación Grupo Cajamar y excoordinador del Plan Estratégico Nacional para la PAC 2023-2027, ha indicado que uno de los temas clave será cómo se estructure el nuevo MFP. Según él, existen tres opciones sobre la mesa. La más probable sería una fórmula intermedia: cada país recibiría un sobre presupuestario general, pero las ayudas directas quedarían fuera de ese paquete y contarían con financiación propia. Esto permitiría mantener cierta estabilidad financiera para los agricultores europeos.

Atance también ha recordado que algunas medidas reclamadas por el sector ya se han empezado a aplicar antes del nuevo periodo presupuestario. En octubre de 2024, el Ministerio introdujo cambios para simplificar trámites administrativos relacionados con los ecorregímenes y eliminó la obligación del uso de fotos georreferenciadas para solicitar ayudas.

La Comisión Europea trabaja actualmente en nuevas propuestas para modificar el reglamento base que rige los planes estratégicos nacionales dentro del marco común. Estas modificaciones podrían presentarse en mayo e incluirían más medidas para reducir cargas burocráticas.

El primer borrador oficial sobre cómo será la PAC entre 2028 y 2034 podría estar listo en otoño o durante el segundo semestre del año 2025. Hasta entonces, las instituciones europeas seguirán debatiendo sobre prioridades políticas, reparto presupuestario y objetivos ambientales y sociales dentro del sector agrario europeo.