La guía que une cervezas y platos tradicionales españoles

Una colaboración entre Cerveceros de España y Glovo propone maridajes para realzar sabores en la gastronomía nacional.

Sábado 05 de Abril de 2025

Compártelo

Leído › 908 veces

La guía que une cervezas y platos tradicionales españoles

La cerveza es una de las bebidas más consumidas en España, presente en tapeos, comidas y cenas. Sin embargo, no todos conocen cómo combinarla con los platos tradicionales para realzar los sabores. Por este motivo, la Asociación de Cerveceros de España y la empresa Glovo han creado una guía que sugiere maridajes entre diez tipos de cerveza y algunas de las recetas más populares de la gastronomía española.

Según el Barómetro GastroEspaña, un informe elaborado por Glovo que analiza las preferencias de los consumidores en pedidos a domicilio, las croquetas, la tortilla de patatas y la ensaladilla rusa son los platos más solicitados. A estos les siguen el cachopo, los canelones, los churros, la paella, el bocadillo de calamares, el pulpo a la gallega y el gazpacho. La guía propone combinaciones específicas para cada uno de estos platos con diferentes estilos de cerveza.

Las croquetas, consideradas la tapa más pedida según el informe, se sugieren con Blonde Ale. Este tipo de cerveza tiene un carácter refrescante y notas herbáceas y afrutadas que armonizan con la cremosidad del relleno. Además, su carbonatación resalta el crujiente del rebozado y limpia el paladar tras cada bocado.

Para la tortilla de patatas, los expertos recomiendan Brown Ale. Esta cerveza de alta fermentación tiene un cuerpo medio y notas tostadas que complementan los sabores del huevo y las patatas. Si la tortilla lleva cebolla, el dulzor caramelizado de esta variedad potencia aún más el sabor.

La ensaladilla rusa encuentra su mejor acompañante en una Lager rubia. Este estilo ligero y refrescante equilibra el toque ácido que aportan los encurtidos presentes en esta receta clásica. Los matices a pan blanco y frutas blancas se integran bien con la textura cremosa del plato.

El cachopo asturiano se sugiere con Weissbier, una cerveza blanca de trigo. Sus notas dulces y especiadas contrastan con el sabor salado del queso y potencian la textura del rebozado gracias a su alta carbonatación.

Los canelones combinan bien con Bock, una cerveza que aporta un toque dulce con matices tostados similares a galleta. Este maridaje resalta los sabores densos del plato sin resultar excesivo.

Para los churros, se propone Stout, una cerveza negra con sabores a cacao y café. Estos tonos amargos complementan este postre tradicional español e invitan a mojarlo directamente en la bebida para disfrutar de una experiencia diferente.

La paella se recomienda con IPA (India Pale Ale). Su amargor característico y carbonatación ayudan a separar los granos de arroz en boca. Además, sus notas especiadas combinan bien con los ingredientes vegetales del plato y equilibran el toque picante del alioli si se utiliza como acompañamiento.

El bocadillo de calamares encuentra su pareja ideal en Radler, una cerveza que mezcla frescura y notas cítricas. Estas características realzan la salinidad del calamar frito mientras limpian el paladar tras cada bocado. Si se añade limón al plato, este maridaje se refuerza aún más.

El pulpo a la gallega combina perfectamente con Dunkel, una cerveza tostada que aporta matices a frutos secos y pan tostado. Estos sabores equilibran el pimentón que suele acompañar al pulpo sin opacar sus cualidades principales.

Por último, el gazpacho se sugiere con Pilsen, considerada la primera cerveza rubia elaborada en España desde finales del siglo XIX. Su amargor moderado y toques especiados complementan los matices vegetales del gazpacho, creando un contraste interesante entre texturas y temperaturas.

Esta iniciativa busca promover un mayor conocimiento sobre cómo disfrutar al máximo tanto de las cervezas como de los platos tradicionales españoles. La guía no solo ofrece sugerencias prácticas para quienes desean experimentar nuevas combinaciones en casa o en restaurantes, sino que también pone en valor la riqueza gastronómica del país junto con su tradición cervecera.

Además de ser una bebida popular por sí sola, la cerveza puede convertirse en un elemento clave para realzar las cualidades organolépticas de muchos alimentos. Cada estilo tiene características únicas que lo hacen adecuado para ciertos tipos de platos según sus ingredientes principales o métodos de preparación.

En este sentido, iniciativas como esta contribuyen a educar al consumidor sobre cómo elegir mejor sus bebidas según lo que va a comer. También fomentan un consumo responsable al centrarse en disfrutar plenamente tanto del alimento como del acompañamiento líquido sin caer en excesos innecesarios.

La colaboración entre Cerveceros de España y Glovo refleja cómo diferentes sectores pueden trabajar juntos para ofrecer propuestas innovadoras al público general mientras promueven productos locales e impulsan tradiciones culturales arraigadas como son las tapas o las comidas compartidas alrededor mesa familiar o entre amigos cercanos durante cualquier época año

¿Te gustó el artículo? Compártelo

Leído › 908 veces