Miércoles 19 de Febrero de 2025
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En los últimos años, los consumidores españoles han mostrado un interés por la calidad y composición de los alimentos que compran. Esta tendencia se refleja en la revisión detallada del etiquetado de los productos alimenticios antes de incluirlos en la cesta de la compra. Según el VII Estudio de Salud y Vida de Aegon, un 60,6% de los españoles evita alimentos con aditivos, conservantes, aceite de palma o ultraprocesados. Además, un 59,4% prescinde de alimentos calóricos o con mucho azúcar. Estos porcentajes han disminuido ligeramente respecto al año anterior, cuando eran del 63,8% y 59,9%, respectivamente.
El estudio también revela que un 22,8% de los consumidores evita productos cuya producción impacta negativamente en el medio ambiente. Un 16,3% evita alimentos que causan intolerancia o malestar, como los que contienen gluten, lactosa o frutos secos. Un 11% evita específicamente alimentos con lactosa. Estos datos también han experimentado un ligero descenso respecto al año anterior. Sin embargo, el grupo de consumidores que no evita ningún tipo de alimento ha aumentado al 17,1%, un incremento de 3,6 puntos porcentuales respecto al estudio anterior.
El hecho de tener hijos influye significativamente en las decisiones de compra. Un mayor porcentaje de encuestados con familia evita adquirir productos menos saludables. Además, las mujeres tienden a evitar más estos productos que los hombres. Casi la mitad de la población revisa los ingredientes antes de comprar. Un 40,6% de los encuestados suele mirar las propiedades nutricionales de los alimentos, mientras un 49,2% revisa los ingredientes y la composición de los productos.
Por perfil, las mujeres dan más importancia al aporte nutricional y a los ingredientes que los hombres. Un 43% de las mujeres revisa el aporte nutricional, frente al 38,1% de los hombres. En cuanto a los ingredientes, un 54,5% de las mujeres los revisa, frente al 43,5% de los hombres. Por grupo de edad, el colectivo entre 26 y 40 años es el que más importancia da a la información nutricional, con un 46,6% considerándola decisiva en su compra. Los mayores de 65 años son los que menos importancia le dan, con un 35,9%. Sin embargo, este grupo es el que más tiene en cuenta los ingredientes y la composición de los alimentos, con un 51,9% observando esta información antes de comprar.
La información del etiquetado es especialmente relevante para personas con hijos, aquellos que han hecho dieta y quienes afirman llevar una alimentación equilibrada. Al segmentar los datos por comunidades autónomas, Asturias, Comunidad de Madrid y Cataluña son las regiones donde la información nutricional es más importante. En el País Vasco, esta importancia es menor, con un 32,5%. En Asturias, un 66,3% de los encuestados da importancia a la composición de los alimentos, mientras que en Extremadura solo un 30,2% lo considera relevante. En Navarra, los datos son significativamente bajos en ambas variables.
Este interés por la calidad de los alimentos refleja una mayor conciencia sobre la salud, la nutrición y el bienestar. Los consumidores buscan productos que no solo satisfagan sus necesidades alimenticias, sino que también sean beneficiosos para su salud y el medio ambiente. Esta tendencia hacia una alimentación más consciente y saludable parece estar en aumento, a pesar de los ligeros descensos en algunos porcentajes respecto al año anterior.
El estudio de Aegon pone de manifiesto la importancia de la información nutricional y la composición de los alimentos para los consumidores españoles. Esta información es esencial para tomar decisiones de compra informadas y conscientes. La revisión del etiquetado se ha convertido en un hábito común entre los consumidores, que buscan productos que se alineen con sus valores y necesidades de salud.
En resumen, los consumidores españoles están cada vez más interesados en la calidad y composición de los alimentos que compran. Esta tendencia refleja una mayor conciencia sobre la salud y el bienestar, y se traduce en un hábito común de revisar el etiquetado de los productos alimenticios. A pesar de los ligeros descensos en algunos porcentajes respecto al año anterior, el interés por una alimentación más consciente y saludable sigue en aumento.
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