El auge del vino orgánico en la Argentina

Pasó de ser una tendencia a algo que ya está super instalado en el mercado de vinos argentino y en los últimos 10 años tuvo un crecimiento de más del 34000%

Mariana Gil Juncal

Viernes 18 de Octubre de 2024

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Rodrigo Serrano
Rodrigo Serrano

Para tomar una verdadera dimensión del crecimiento e importancia de los vinos orgánicos en Argentina de los últimos años, hay que analizar la multiplicación de bodegas que empezaron a recibir uva orgánica. En 2014 en Argentina sólo había 59 productores de uva orgánica certificada. Y 10 años después, en 2024, se registraron más de 140 establecimientos a los que ingresaron uva orgánica.

Por otro lado, en 2023, por primera vez en su historia, el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) comenzó a relevar datos del ingreso de uva orgánica y mosto en el país. Este primer informe reveló no sólo el crecimiento de los viñedos orgánicos, sino también la gran demanda en el mercado de este tipo de vino, tanto en el ámbito local como en el exterior.

Según datos compartidos por VIOS | Vinos más Sustentables, en 2014, para el mercado interno se destinaban sólo 4.428 litros de vino orgánico certificado. Y según el último informe del INV, 10 años después van al consumo en Argentina un total de 1.520.626 litros. Lo que significa un aumento superior al 34.000%

Del total de uva cosechada en 2023, 564.996 quintales fueron de uva orgánica, lo que representa un 3,9% del total. Y claro está que entre los viñedos certificados, el Malbec es la uva más elegida y representa más del 30% del total del país con un crecimiento sostenido a lo largo de los últimos años.

Si hablamos de orígenes, Mendoza es la provincia con mayor cosecha de uvas orgánicas certificadas, seguido por La Rioja y San Juan.

En el mercado externo, en 10 años el crecimiento en exportación de vinos orgánicos aumentó un 27%: pasó de 6.707.480 de litros en 2013 a 8.533.683 litros en 2023.

El mayor aumento de las exportaciones de vinos orgánicos se dio en Estados Unidos, el cual pasó de 585.322 litros en 2013 a 1.374.420 de litros en 2023, lo que representa un aumento del 135%.

Y como dato de contexto: en Argentina el vino es el segundo producto orgánico exportado de origen vegetal, luego del azúcar de caña.

Pancho Barreiro
Pancho Barreiro

Si hay alguien que en Argentina apuesta desde tiempos inmemoriales al vino orgánico es Pancho Barreiro, periodista especializado en vinos y cofundador de VIOS | Vinos más Sustentables, pioneros en la comunicación de vinos orgánicos en Argentina.

"La gente fue lo que más me sedujo del mundo orgánico: desde los bodegueros, los productores y hasta los consumidores. Todos los que trabajan en ese mundo tienen ganas, un compromiso y una convicción que sin dudas, me sedujo. Son personas que día a día están detrás de sus productos con convicción y pasión, sin importar el tamaño de su proyecto" cuenta enérgico el cofundador de la Feria de Vinos Orgánicos y Sustentables de la Argentina que este año cumplió 10 años.

Desde Familia Salas Organic Estate, nacida en 2008 cuando compraron una propiedad en Maipú, Mendoza con el único objetivo de plantar Malbec orgánico cuentan por qué se zambulleron en el mundo orgánico desde el minuto cero. "Nosotros trabajamos de manera orgánica desde siempre, por eso se trabajó cuando la plantación en conjunto con el proceso de certificación. Porque para nosotros lo medioambiental es un enfoque integral que, por ejemplo, nos llevó en 2021 a cambiar nuestro sistema de riego para cuidar el recurso hídrico de la provincia. Así fue que pasamos del riego superficial por surcos a riego por goteo, que permite aprovechar el agua al máximo evitando filtraciones. Además, estamos trabajando en la implementación de paneles solares para abastecer a la totalidad del proyecto. Porque creemos en el trabajo a conciencia: somos convencidos de que todos tenemos que aportar al medio ambiente y trabajar para no dañarlo" detalla Ramiro Salas, alma mater y winemaker de Familia Salas Organic Estate quien agrega que "si bien, sobre todo en los países nórdicos, los vinos orgánicos están mucho más consolidados, nosotros seguimos convencidos de que a nivel local se hará cada vez más fuerte".

En tanto, Juan Pablo Murgia, director enológico del Grupo Avinea (conformado por Bodega Argento, Otronia, Pacheco Pereda, Cruz de Piedra y Cuesta del Madero) confiesa que el mundo orgánico es algo que está en su ADN. "Nuestra filosofía tiene que ver con un viñedo orgánico en balance con el sistema agroecológico para potenciar el carácter de la uva, de la variedad y el carácter del lugar. Porque manejar un viñedo de forma natural genera un equilibrio con todos los agentes vivos que están alrededor de la vid. Y ese entorno más natural ayuda a potenciar la expresión de la variedad y del terroir, para que sea el fiel reflejo de cada lugar donde tenemos viñedos. Porque los vinos que vienen de viñedos manejados de manera natural, tienen los rasgos potenciados en la definición del carácter varietal y del lugar".

Leonardo Devia (enología) y Facundo Bonamaizón (agronomía)
Leonardo Devia y Facundo Bonamaizón

Desde Bodega Chakana, la dupla conformada por Leonardo Devia (enología) y Facundo Bonamaizón (agronomía) cuentan que lo que los sedujo del mundo orgánico fue saber que había otro camino. "Al tener conciencia de que hay una alternativa y que las cosas se pueden hacer diferentes a lo que venía planteando la industria y de alguna forma poder romper con ese status quo de que lo principal y más importante es la producción y las características visuales por encima de las características organolépticas y la salud de los alimentos. Esa alternativa no era más ni menos que volver a formas de elaboración tradicionales, previas al desarrollo de los productos de síntesis química o alteraciones genéticas" explica Devia mientras que su coequiper en el viñedo agrega: "Nuestra búsqueda es hacer vinos auténticos de la mayor calidad posible y encontramos que la agricultura orgánica y la biodinámica, promueven un montón de prácticas que están muy en línea con esta búsqueda. Era indiscutible adoptar este camino en el que algunas de las prácticas son el respeto del terroir con una mirada más compleja de los sistemas, no tan productivista, sino enfocada en la calidad, la biodiversidad, el cuidado de los insumos y las personas en un rol fundamental dentro de la producción del vino".

Para Fernando Paez Sarmiento, 4ª generación de viticultores orgánicos, además de socio fundador de Félix Enrique 1931, lo más gratificante del mundo orgánico es "cuando la propia naturaleza nos devuelve uvas saludables, de gran calidad y con una huella biológica única para poder elaborar vinos con iguales características. Es como descifrar un código secreto, donde cada racimo refleja la historia sobre el agroecosistema donde se desarrolló y el cuidado que hemos puesto en el cultivo. Además, la satisfacción de contribuir a un planeta más equilibrado para las próximas generaciones es una recompensa invaluable. Producir de esta manera es una decisión que implica un compromiso a largo plazo para los agricultores".

¿Cómo se observa el cambio en el vino orgánico en la Argentina? "El gran cambio comenzó con las bodegas que empezaron a elaborar más vinos orgánicos. Cada vez hay más bodegas que quieren tener, aunque sea, un vino orgánico en su portfolio. Ese es el gran cambio que notamos desde el principio. Y el segundo es que cada vez empezaron a comunicar más que elaboran vinos orgánicos: hoy es un valor diferencial positivo ser orgánicos cuando, hace 10 años, no era tan fácil que el consumidor tuviera esa percepción positiva. Hoy, con la gran cantidad de bodegas y productos de alta calidad que hay, ser orgánicos es un valor más que agregado" refuerza orgulloso Barreiro para quien la evolución de los consumidores se denota en "que antes buscaba el vino orgánico por una cuestión de curiosidad y hoy empieza a buscar una cuestión de calidad. Porque el consumidor ya dejó de buscarlo para saber qué es, sino porque hoy quieren -y tienen- un gran vino que compite de igual a igual con cualquier otro vino que no es orgánico".

Equipo Familia Salas

Desde Familia Salas agregan que: "Hoy los vinos orgánicos compiten a la par de los vinos convencionales porque ya demostraron su alta calidad y a eso se le suma el valor agregado del compromiso sustentable, que muchas veces hace que la balanza se incline hacia los orgánicos a la hora de elegir un vino en la góndola. Estamos convencidos de que la búsqueda de productos elaborados sin productos químicos y respetando lo ambiental no es una moda pasajera o una tendencia, sino que es una forma de vida y de consumo que se hará cada vez más fuerte y que las bodegas argentinas empiezan a ver. De hecho, son cada vez más los consumidores interesados en adquirir y probar productos saludables, naturales y de alta calidad. Es un segmento que no para de crecer: cada vez hay más consumidores que eligen lo orgánico, que buscan productos con trazabilidad, elaborados con responsabilidad medioambiental. Es un segmento del mercado impulsado por los jóvenes, pero que ya los excede".

El enólogo de Chakana resalta que hay un incremento en la cantidad de productores que en los últimos 15 años se han volcado a producir de forma orgánica, ya sea movilizados por principios filosóficos o buscando una alternativa comercial en el mercado. "En los últimos dos años esta tendencia viene un poco en caída y muchos de aquellos productores que se habían volcado a producir de forma orgánica están dando marcha atrás, ya que si no hay principios filosóficos fuertes para querer producir vino de esta forma, es difícil de sostener. Por eso muchos se están eligiendo alternativas más simples y menos demandantes, como por ejemplo, rótulos o certificaciones de sustentabilidad".

Por otro lado, Bonamaizón destaca que una de las cosas más importantes que pasó para el vino orgánico es que se empezó a introducir el concepto de calidad. "Entonces ya no es lo mismo producir cualquier vino orgánico, donde el mayor valor es 'ser orgánico´, sino que tiene que ser un vino de excelente calidad, obtenido por métodos orgánicos. Así que los productores nos estamos dando cuenta, o nos dimos cuenta, de que lo orgánico está asociado a más calidad, pero que es más complicado y por eso la adopción no ha sido mayoritaria o tan masiva".

Sarmiento agrega que "a pesar de que los vinos orgánicos nacieron con un desprestigio general como vinos con sabores más rústicos, menos refinados y con muchas limitantes, desde que se legisló la normativa que regula y certifica la producción orgánica en el país desde la década de 1990 el sector vitivinícola argentino ha experimentado un crecimiento sostenido e ininterrumpido en esta disciplina. Esto ha permitido que actualmente los vinos orgánicos argentinos se destaquen a nivel mundial, obteniendo importantes premios en las competencias más prestigiosas a la altura de vinos convencionales e incluso, en ocasiones, superándolos. Así, nuestro país ha logrado posicionarse como un referente en la producción de vinos orgánicos de alta gama".

Si hablamos de cómo fueron cambiando los consumidores del vino orgánico Devia sostiene que hoy por hoy "la evolución es más significativa en los consumidores que en lo que respecta a los productores de vino. La calidad del vino orgánico ha mejorado mucho en el último tiempo y cada vez son más los consumidores que buscan no solo vinos orgánicos, sino también vino biodinámicos y vinos naturales, por encima de la producción convencional buscando alternativas más puras y más reales".

Bonamaizón siempre tenaz, patea el tablero al admitir que "es cierto lo que dicen algunos consumidores de que los vinos orgánicos eran malos pero las nuevas generaciones, que se han podido permitir probar los vinos producidos en los últimos 10 años de forma orgánica, se han dado cuenta que incluso son mejores por esta búsqueda más compleja del concepto del vino. Entonces los consumidores van hacia una evolución, reconsiderando los vinos orgánicos".

David Gargantini
David Gargantini

En tanto, David Gargantini, enólogo de Bodega Andeluna agrega que "los consumidores de vino orgánico han evolucionado en términos de conocimiento y exigencia. No solo buscan un producto orgánico por razones de salud o ética, sino que también valoran la calidad, la expresión del lugar y la trazabilidad del proceso. Son consumidores más ávidos que buscan vinos con identidad y respeto por el entorno".

¿Cómo se proyecta a futuro el vino orgánico?"Lo proyecto positivo, a favor, con un gran crecimiento, con un consumidor más consciente, más decidido a buscar vinos orgánicos y con bodegas cada vez más decididas a elaborar vinos orgánicos. Mi gran sueño, es que algún día nos preguntemos por qué tal vino no es orgánico y dejemos de preguntarnos por qué ese vino es orgánico" anhela Barreiro, este gran defensor y comunicador del vino orgánico argentino.

Mientras que Bonamaizón confiesa que está difícil saber cómo va a ser el futuro por la situación macro de la Argentina y del mundo, porque pareciera que el consumo va por otro lado o se están haciendo otras cosas. "Pero creo que a largo plazo, los vinos orgánicos que proponen algo distinto y aportan un diferencial no van a ser tan  golpeados como el contexto general, porque es un producto más complejo y a los consumidores ya no les da lo mismo cualquier cosa. Estoy seguro que van a ser vinos más ricos, porque estamos todos aprendiendo todavía, tenemos una viticultura joven y lo mejor está por venir".

Desde Domaine Bousquet,Rodrigo Serrano Alou, enólogo de una bodega 100% orgánica, cree que "el futuro del vino orgánico en la Argentina es casi una obligación porque donde estamos tenemos condiciones para trabajar de esa manera entonces ojalá que poco a poco el futuro del vino orgánico vaya en crecimiento y sea una marca país. Además, los consumidores del vino argentino se interesan más por lo orgánico, empiezan a preguntar, a entender, buscan lo orgánico no solo en el vino sino también en los alimentos y eso es excelente. Porque hay un mundo de oportunidades y para mi lo orgánico está explotando".

Desde Andeluna esperan que a futuro el vino orgánico siga creciendo en popularidad, impulsado por la mayor conciencia sobre la sostenibilidad y el bienestar personal. "Si bien los vinos orgánicos comenzaron a introducirse al mercado en un nicho hoy hay una tendencia a convertirse en un segmento. Así que es probable que más bodegas se sumen a esta tendencia y que la oferta de vinos orgánicos siga diversificándose, tanto en términos de estilos como de precios".

Mariana Gil Juncal
Licenciada en comunicación social, periodista y sumiller.
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