El asombroso restaurante en Madrid, que te transporta a otra época

Ha sido testigo, a lo largo de sus 60 años, de encuentros entre famosos, políticos y realeza

Jueves 19 de Septiembre de 2024

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El restaurante Mesón Cuevas del Vino celebra 60 años de historia en Chinchón, consolidándose como un referente gastronómico de la Comunidad de Madrid. Este establecimiento, fundado en 1964 por Narciso García Ortego, ha sido un pilar esencial en la proyección internacional de la localidad como destino turístico de alto valor.

Situado en una antigua casa de labranza del siglo XVIII, el restaurante ocupa una edificación protegida por el Patrimonio Histórico de Madrid, con más de 3.500 metros cuadrados, de los cuales 2.000 son visitables. Dentro de su recorrido, los visitantes pueden conocer un molino de aceite tricentenario, bajar a las cuevas más grandes del sur de Madrid o disfrutar de un asado cocinado en el horno de leña más grande de España.

Tinajas de Mesón Cuevas del Vino

Narciso García Ortego, médico de formación sin experiencia previa en hostelería, decidió abrir este restaurante con una visión clara de mantener las tradiciones culinarias de la zona. A pesar de los retos iniciales, el restaurante se ha convertido en un pilar fundamental de la gastronomía madrileña, siendo galardonado con premios como el Premio Nacional de Hostelería y la Medalla de Plata al Mérito Turístico, entre otros. La transformación de la casa de labranza original en restaurante incluyó la restauración de las almazaras, lagares, bodegas y cuevas, ahora convertidas en acogedores salones y comedores.

A lo largo de sus seis décadas de existencia, el Mesón Cuevas del Vino ha recibido a personalidades de todos los ámbitos, desde la política hasta la cultura, incluyendo a miembros de la Casa Real. Cada año, miles de personas visitan el restaurante para disfrutar de una experiencia gastronómica que apela a los cinco sentidos. Desde la llegada al restaurante, el visitante se sumerge en un ambiente que evoca épocas pasadas, comenzando por el largo pasillo de entrada y continuando con la visión del molino de aceite al cruzar la puerta. El tacto de las piedras de las escaleras que conducen a las cuevas, los aromas que emanan de los platos cocinados en horno de leña y los sonidos característicos de una taberna tradicional contribuyen a crear una experiencia completa que ha sabido mantenerse fiel a sus orígenes.

El restaurante ha permanecido prácticamente inalterado desde su apertura, un testimonio del compromiso de Narciso y su familia con la preservación de la autenticidad. A lo largo de los años, han mantenido viva la tradición de la cocina castellana, utilizando métodos ancestrales como el asado en horno de leña, lo que ha hecho del Mesón Cuevas del Vino un lugar único en España. Su contribución al turismo y a la gastronomía ha sido fundamental para que Chinchón sea hoy reconocido como un destino de excelencia, donde la historia, la cultura y la cocina se entrelazan de manera inigualable.

La propuesta gastronómica del Mesón Cuevas del Vino sigue siendo un viaje a través de la historia, con un profundo respeto por las costumbres y la tradición. A lo largo de estos 60 años, ha logrado mantenerse como un lugar emblemático donde el tiempo parece detenerse y donde la experiencia culinaria trasciende lo meramente alimenticio, convirtiéndose en un encuentro sensorial con el pasado y el presente.

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