Abraham Muinelo
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Cuando nos sumergimos en la cultura del vino, tendemos a desarrollar la parte más hedonista, la degustación, o la economicista, los mercados del vino.
No obstante, nuestra bebida favorita no existiría tal como la conocemos sin notables inversiones en I+D+i. Es por ello que en el presente artículo mostraremos la otra cultura del vino, aquella relacionada con la enología, la ingeniería agronómica y la biotecnología, disciplinas en las que cobra especial importancia la protección cultivos y la prevención de riesgos fitosanitarios, uno de los campos más complejos del área de conocimiento.
Así pues, además de poner en valor el trabajo científico-técnico que hay detrás del vino, promoveremos una acción preventiva, ya que describiremos la bacteria y el mecanismo de acción, ya que actualmente la Xilella fastidiosa es una amenaza potencial para los viñedos españoles. De ahí la importancia de comunicar a las autoridades competentes, con la máxima celeridad, su detección.
LA XYLELLA FASTIDIOSA
Descrita por primera vez en California en 1892, es una bacteria Gram-negativa, aeróbica, y cuyo óptimo de crecimiento se sitúa entre los 26-28ºC. Existen tres subespecies formalmente aceptadas de la especie X. fastidiosa: subsp. fastidiosa, subsp. pauca y subsp. Multiplex.
Su área de influencia es principalmente el continente americano, abarcando un amplio rango de latitudes, desde Canadá, hasta Argentina, pasando por los Estados Unidos, Méjico, Costa Rica, Venezuela, Brasil y Paraguay.
Xylella fastidiosa (microscopio)
Conlleva un alto riesgo fitosanitario y mermas económicas, ya que afecta la rentabilidad y producción comercial de Vitis vinífera. Por ejemplo, en la mayor parte de las zonas productoras de uva del sureste de Estados Unidos, se calculan importantes pérdidas localizadas en California y el oeste de Texas e incluso en algunos estados productores de México.
Así pues, tal como podemos adivinar por su nombre, presenta un elevado potencial patógeno, especialmente en plantas leñosas como la vid, árboles críticos, diversos frutales de hueso, café y ornamentales.
Sin embargo, aunque lo asociásemos al continente americano, existe una seria alarma sanitaria en la Unión Europea, al detectarse por primera vez un foco de infección, concretamente en octubre de 2013, en Apulia (Italia), afectando a olivos y a los almendros y adelfas anexos. En el caso de los olivos se la conoce también como el "ébola del olivo" y la singularidad radica en que hasta el momento el olivo no había sido considerado entre sus principales hospedadores.
Más tarde, en 2015 se detectó en Francia (región PACA y en la isla de Córcega), siendo la especie más afectada la Polygala myrtifolia y la subespecie identificada en la mayoría de los casos es multiplex. En 2016 se detectó en un invernadero del estado de Sajonia en Alemania.
En Junio de 2015, se aprobó el Plan de Contingencia Español, diseñado por el MAPAMA, para la detección precoz, así como para evitar la introducción, y en su caso, la propagación, por lo que se dispusieron las preceptivas recomendaciones para ello.
No obstante, en Octubre de 2016, se detectó el primer brote de Xylella en las Islas Baleares, expandiéndose a la Península Ibérica, con focos en Alicante detectados en Junio de 2017. El positivo se declaró en cultivo de almendro en el Valle de Guadalest.
Recientemente, en Madrid se detectó el primer caso de Xylella fastidiosa en un olivo situado en una finca particular de Villarejo de Salvanés por lo que se activó el plan de actuación. También se detectó en Andalucía, por lo que es necesario adoptar medidas urgentes para su control y erradicación.
EL MECANISMO DE ACCIÓN
Según la bibliografía científica, aproximadamente 300 especies de plantas son sensibles a la bacteria y están asociadas con las tres subespecies diferentes de Xylella fastidiosa (algunos autores hablan de cuatro subespecies).
La transmisión entre plantas ocurre por medio de insectos vectores. Son principalmente cercópidos, cicádidas y cicadelinos, semejantes en general a pequeñas cigarras. Son particularmente frecuentes en las gramíneas.
Debido a la baja especificidad entre la bacteria y el vector cualquier especie de cicadélido o cercópido puede ser transmisor potencial de la bacteria. No obstante, suele proparse mediante insectos de la superfamilia Cercopoidea (espumadoras), de la familia Cicadidae (cigarras) y de la tribu Proconiini. En el caso del foco detectado en Apulia, fue el conocido vulgarmente como espumadora común (Philaenus spumarius), polífago y abundante en los olivos.
Todos poseen un pequeño estilete con el que penetran en los tejidos de la planta, llegan hasta el xilema y absorben la savia bruta de la que se alimentan. Debido a ello, llevan la bacteria del xilema de una planta a otra.
Efectos de la bacteria en la vid
Por tanto, la X. fastidiosa invade el xilema de la planta hospedadora, por lo que su multiplicación en el interior de esta red de vasos conductores puede obstruir el flujo de savia bruta, principalmente agua y sales minerales.
Otro aspecto a tener en cuenta es que son insectos que suelen pasar desapercibidos a los agricultores debido a su pequeño tamaño, que no se concentran en grandes poblaciones y no causan daños importantes a las plantas.
SÍNTOMAS EN LA PLANTA
Los síntomas varían de unos hospedadores a otros, asemejándose a síntomatologías típicas de estrés hídrico: marchitez o decaimiento generalizado (adelfa). En casos más extremos se produce la seca de hojas y ramas, y finalmente la muerte de toda la planta. También pueden confundirse con síntomas asociados a las deficiencias de minerales, como clorosis internervial o moteado en hojas.
Cabe destacar, que en ocasiones podemos encontrar plantas silvestres en las que la bacteria se reproduce sin provocar síntomas de enfermedad, por lo que actúan como reservorio natural de la bacteria.
¿CÓMO EVITAR LA PROPAGACIÓN DE LA BACTERIA?
El 20 de enero del 2017 se publicó la Orden APM/21/2017, por la que se establecen medidas específicas de prevención en relación con la bacteria Xylella fastidiosa, adoptando la medida cautelar de prohibir la salida de las Islas Baleares de todos los vegetales para plantación, excepto semillas, de las especies cuya sensibilidad a las cepas europeas y no europeas de Xylella fastidiosa es conocida.
Actualmente en esta CCAA se está aplicando la estrategia de contención basada en la eliminación de los positivos y una vigilancia intensiva del organismo nocivo en todo el territorio balear. En Diciembre de 2017, había 599 muestras infectadas, en un total de 17 especies. En concreto, 398 positivos detectado en Mallorca; 111, en Ibiza y 90, en Menorca.
En el caso mencionado del Olivo de Villarejo de Salvanés (Madrid), el plan de actuación consistió en la creación de grupos de trabajo y seguimiento, así como en la adopción de medidas para atajar la presencia de la bacteria.
De esta forma, tanto el olivo afectado como los demás situados en un radio de 100 metros son eliminados como medida para evitar la propagación de la bacteria. En 500 metros a la redonda del ejemplar se llevan a cabo tratamientos insecticidas y fitosanitarios, tanto en olivos como en otras plantas susceptibles de ser afectadas por la bacteria. Además, se realizan inspecciones y controles en un área de cinco kilómetros en torno al lugar donde se ha registrado el positivo.
CONCLUSIONES
Como podemos observar la Xylella fastidiosa, que genera la enfermedad de Pierce,
es una bacteria infecciosa que tras la colonización de las zonas es compleja de erradicar.
Los vectores actúan como dispersores eficientes a corta distancia, por lo que el principal riesgo de entrada de la bacteria en otras zonas, países y continentes es hoy en día el comercio y transporte de material vegetal infectado.
Es por ello que la principal medida de control fitosanitario se basa la acción preventiva, extremando las precauciones en el comercio del material vegetal sensible y especialmente el procedente de zonas con presencia de la bacteria.
Ejemplo de un insecto como vector de transmisión
La apertura de nuevos mercados y flujos de importación desde terceros países hace necesario incrementar la dotación en investigación para hacer frente a la irrupción de nuevas plagas y enfermedades vegetales.
Las plantas hospedadoras deben estar acompañadas siempre de Pasaporte Fitosanitario para su circulación por la UE, aunque no hayan sido cultivadas en una zona demarcada para Xylella fastidiosa. Evidentemente, siempre debemos adquirir las plantas en distribuidores autorizados.
Aquí ( https://ec.europa.eu/files/plants.pdf ) os dejo la última actualización de plantas hospedantes del Directorate-General for healht and food safety de la Comisión Europea.
La comunicación inmediata a las autoridades sanitarias ante la sospecha de la bacteria también es fundamental para su detección y control ya que los tratamientos químicos contra la bacteria y sus vectores no son altamente efectivos.
También tienen especial relevancia los planes de control y supervisión periódicos, así como la divulgación de este problema y las medidas de actuación para detectar la bacteria y avisar a las autoridades sanitarias.
Esperando que esta información ayude a prevenir infecciones de cultivos en general, y viñedos en particular, aprovecho la ocasión de enviaros un afectuoso saludo.
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