Canarias descubre 19 nuevas variedades de uva

En el fascinante mundo del vino, las Islas Canarias se destacan una vez más por su riqueza y singularidad en la viticultura. Un estudio reciente ha puesto de manifiesto el descubrimiento de 19 nuevas variedades de uva únicas, distribuidas a lo largo del archipiélago canario, lo cual no solo enriquece la biodiversidad vitivinícola de la región sino que también contribuye de forma significativa a la base de datos genéticos global.

Las islas de El Hierro y La Gomera, junto con Lanzarote y Fuerteventura, han sido el foco de estos descubrimientos, gracias a las investigaciones dirigidas por la genetista Francesca Fort de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona. La detección de estas variedades no solo revela la diversidad de uvas presentes en Canarias, sino que también resalta cómo las condiciones geográficas y climáticas particulares de cada isla han fomentado la aparición de estas variedades únicas.

El Hierro: Un tesoro de biodiversidad

La isla de El Hierro se destaca por su diversidad, con 11 variedades únicas identificadas hasta la fecha. Entre las recién descubiertas se encuentran la Uval piñero y el Uvalero volcánico, que se suman a variedades ya conocidas como la Verdello de El Hierro y la Burra volcánica. Esta rica variedad subraya la singularidad de la viticultura herreña y su potencial para ofrecer vinos con características distintivas.

La Gomera: Variedades con influencias únicas

En La Gomera, las investigaciones han revelado cuatro nuevas variedades. La Coello blanca y la Barrerita negra son solo algunas de las adiciones que muestran un patrimonio vitivinícola profundamente enraizado y diverso. La influencia de variedades del este mediterráneo y centroeuropeas sugiere una historia de intercambios y adaptaciones culturales que se reflejan en el vino.

Lanzarote: Adaptación y supervivencia

Lanzarote ofrece un ejemplo claro de cómo el ambiente puede influir en la evolución vitivinícola. Con ocho nuevas variedades identificadas, la isla no solo demuestra adaptabilidad a un clima árido extremo sino también una capacidad para desarrollar vinos que probablemente serán muy valorados por su singularidad y calidad. La viticultura en Lanzarote es un ejemplo de adaptación continua y experimentación exitosa en el cultivo de la vid.

En Fuerteventura, la investigación liderada por Francesca Fort ha identificado una variedad nueva, aportando así una nueva pieza al mosaico vitivinícola de las Islas Canarias. Aunque los detalles específicos sobre esta variedad no se expanden tanto como en las otras islas, la inclusión de Fuerteventura en el estudio subraya la presencia y el potencial de diversidad vitivinícola incluso en las islas menos exploradas del archipiélago en términos de viticultura.

Importancia de la diversidad genética

La genetista Francesca Fort señala que la diversidad de uvas en Canarias es crucial para evitar la homogenización de los vinos comerciales, a la vez que ofrece un escudo contra posibles plagas y enfermedades como la filoxera, que históricamente ha devastado viñedos enteros en Europa pero nunca ha afectado a Canarias. Esta diversidad también es una herramienta vital en la lucha contra los efectos del cambio climático, permitiendo a los viticultores adaptar sus cultivos a condiciones cambiantes.

Los hallazgos no solo añaden un capítulo emocionante a la historia del vino en Canarias, sino que también prometen abrir nuevas posibilidades para la innovación en la viticultura global. La exploración y preservación de estas variedades no solo es importante para mantener la herencia cultural de las Islas Canarias, sino también para asegurar el futuro de la industria vitivinícola en un mundo que enfrenta retos climáticos y ambientales crecientes. En definitiva, Canarias no solo preserva su pasado con estas variedades sino que también se prepara para un futuro sostenible y próspero en el mundo del vino.