Vinos de Castilla y León, el Duero como elemento vertebrador

La cuenca del Duero comprende una extensión de 98.000 km2, de los que 79.000 se localizan en Castilla y León. Sus aguas y afluentes en su camino al mar recorren 897 km. a través de las 9 provincias que la componen, acogiendo éstas un total de 16 denominaciones de origen.

David Manso

Lunes 22 de Abril de 2024

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El Salto, Arribes del Duero

Los ríos son creadores de una orografía particular, ya que su continuo paso erosiona el terreno creando valles en los que a sus márgenes nacen los cultivos, entre ellos el de la vid, y cada una de estas depresiones en función de su propia orografía posee climas propios según sea su orientación y altitud, algo que hace que cada zona, e incluso cada parcela, produzca uvas, y con ello, vinos únicos y particulares, manteniendo la esencia e identidad de la zona que les ve nacer. Uno de esos ríos es el Duero, de los más importantes para el cultivo de la vid en España, y el elemento vertebrador de la producción vitivinícola de Castilla y León.

El Duero nace en la provincia de Soria, en los Picos de Urbión a 2.160 metros de altitud. Tras recorrer 897 kilómetros por la totalidad de las tierras castellano leonesas y de la vecina Portugal, termina su curso con su desembocadura al Atlántico en la localidad lusa de Oporto. Durante su recorrido, atraviesa de este a oeste la comunidad autónoma de Castilla y León, y tanto su cauce como sus afluentes más importantes son capaces de transformar la configuración geográfica de todas las provincias castellanoleonesas. Sus 9 provincias; Soria, Burgos, León, Palencia, Ávila, Salamanca, Segovia, Valladolid y Zamora, son surcadas por sus aguas y afluentes dando origen a diferentes altitudes, suelos de distintos orígenes, pendientes y zonas climáticas que conforman una diversidad difícil de igualar y dan como resultado distintas regiones vitivinícolas con personalidades propias y caracteres diferentes.

Además de las 16 denominaciones de origen con las que cuenta Castilla y León; DO Arlanza, DO Arribes, DO Bierzo, DOP Cebreros, DO Cigales, DO Ribera del Duero, DO Rueda, DOP Sierra de Salamanca, DO León, DO Toro, DOP Valles de Benavente, DOP Valtiendas, DO Tierra de Zamora, Vino de Pago Abadía Retuerta, Vino de Pago Dehesa Peñalba y Vino de Pago Urueña; el Duero posee a lo largo de su curso un importante patrimonio histórico con numerosos edificios singulares, castillos, catedrales, conventos, puentes medievales y espacios naturales que configuran un valioso legado que se suma al vitivinícola y aumenta la belleza de un paisaje único. Más de un tercio del patrimonio histórico y artístico de la región se encuentra localizado en sus márgenes.

El Duero ha generado en Castilla y León un patrimonio de valor incalculable. A la diversidad vitivinícola de Castilla y León por las que discurre su curso, ésta se completa con el carácter atlántico del Bierzo, en la cuenca del Sil, y la especificidad microclimática de la Sierra de Salamanca y de Cebreros, localizadas éstas en la Cuenca del Tajo.

Como en las más importantes regiones vitivinícolas del mundo; Ródano, Rin, Napa,..etc. en las que los ríos fundamentan su existencia y a su vez son un elemento vertebrador, Castilla y León con el Duero forma parte de ese grupo en el que en sus valles y zonas limítrofes se cultivan viñas que producen la materia prima que conformará sus vinos, unos vinos de calidad y singularidad únicas.

David Manso
Licenciado en Marketing y apasionado del vino.
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