El futuro del enoturismo: la venta directa a visitantes extranjeros

El Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv) organizó durante la reciente Feria Nacional del Vino un enriquecedor debate sobre turismo y vino, enfocado en cómo convertir a los visitantes en clientes leales. La mesa redonda contó con la presencia de expertos destacados en sus respectivos campos y abordó temas esenciales como la evolución del enoturismo en España, la venta directa de vinos a consumidores locales y extranjeros, y las barreras legales, administrativas y logísticas para dicha venta.

Elena Pilo, responsable de enoturismo y relaciones públicas en la bodega riojana Franco-Españolas y profesora en el nuevo máster sobre enoturismo de la UNIR, alabó la creciente popularidad de las visitas a bodegas españolas. Pilo recalcó la importancia de recopilar información de los visitantes mediante estrategias como la organización de sorteos y concursos. En su opinión, Rioja está en camino de alcanzar el objetivo de superar los 1,2 millones de visitantes anuales a las bodegas de la región, lo que representa un potencial significativo para el reconocimiento de las marcas y una oportunidad comercial considerable. Sin embargo, también subrayó la necesidad de mejorar en áreas como la digitalización del enoturismo y la empleabilidad en el sector.

Manuel Hevia, director general del club de vinos Vinoselección, coincidió con Pilo en la crucial importancia de la recopilación y gestión de datos. Para Hevia, "el dato es el oro del siglo XXI". Conocer a nuestros visitantes y compradores, entender sus perfiles y gustos, es fundamental para mejorar nuestras ventas. Hevia destacó las crecientes oportunidades para la venta directa a clientes en otros países, principalmente europeos, aunque señaló que aún existen obstáculos fiscales, logísticos y administrativos.

En este sentido, Alberto García, responsable en la Federación Española del Vino (FEV), comentó sobre los esfuerzos para superar estos desafíos, en particular los derivados de los impuestos especiales sobre el vino. García explicó que su organización, junto con la asociación europea (CEEV), está trabajando con las autoridades comunitarias para eliminar las barreras existentes. Reveló planes a corto y medio plazo para simplificar los trámites y establecer una "ventanilla única" que permita liquidar los impuestos especiales en el país de origen de la venta, similar a lo que ocurre actualmente con el IVA.

Como conclusiones de la mesa redonda, los expertos coincidieron en que el enoturismo y la venta directa son factores que se potencian mutuamente. Aunque ambas áreas aún se encuentran en etapas iniciales de desarrollo, presentan un potencial extraordinario de crecimiento. El director general del OeMv, Rafael del Rey, resumió esta visión al afirmar que "España es una gran potencia tanto en turismo como en vino y también en gastronomía; aprovechar las visitas que recibimos para potenciar las ventas de nuestros productos es una oportunidad en la que merece la pena invertir esfuerzos". Del Rey destacó que una gestión eficaz de la información sobre visitantes y clientes es un paso crucial para mejorar.

El enoturismo no sólo ofrece a las bodegas la oportunidad de vender sus vinos directamente a los visitantes, sino que también les permite recopilar valiosa información sobre los gustos y preferencias de sus clientes potenciales. La digitalización del sector permitirá una mayor recolección y análisis de datos, lo que a su vez puede llevar a una mayor personalización y, en última instancia, a un mayor éxito en la venta de vinos.

Por otro lado, la venta directa a los clientes en sus países de origen puede ser una forma efectiva de eludir a los intermediarios y obtener mayores beneficios. Sin embargo, para que este modelo tenga éxito, será necesario superar una serie de obstáculos fiscales, logísticos y administrativos. Los esfuerzos actuales para establecer una "ventanilla única" para la liquidación de impuestos pueden ser un gran paso en la dirección correcta.

La combinación de enoturismo y venta directa presenta una gran oportunidad para las bodegas españolas. Aunque aún hay desafíos que superar, la perspectiva de un crecimiento significativo en ambas áreas es prometedora.