¿Es saludable el consumo moderado de bebidas fermentadas? La ciencia lo explica

Jesús Román Martínez, Profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y Presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA), nos da la respuesta

Jueves 09 de Junio de 2022

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¿Es saludable el consumo moderado de bebidas fermentadas? ¿Puede estar incluido dentro de un estilo de vida saludable? ¿Qué dice la ciencia al respecto? En el marco del Congreso – Foro de la Asociación de Enfermeras de Nutrición y Dietética (ADENYD) 2022, Jesús Román Martínez, Profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y Presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA), ha intentado dar respuesta a todas estas preguntas en una ponencia sobre las actuales controversias que han surgido a partir del consumo moderado de bebidas fermentadas en el marco de la Dieta Mediterránea.

Las bebidas fermentadas como el vino, tan ampliamente consumido por los españoles, se encuentran dentro de la Dieta Mediterránea y se han incorporado en la Pirámide de Alimentación Saludable de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC)[1] como una opción para adultos sanos, siempre bajo un consumo opcional y moderado.

El profesor Martínez ha destacado en su presentación la importancia de considerar toda la evidencia científica y los aspectos que giran en torno al proceso de la alimentación. "No podemos ignorar, por ejemplo, que existen estudios científicos[2] sobre los posibles efectos beneficiosos del consumo moderado de bebidas fermentadas (cerveza, vino y sidra) en la salud cardiovascular, por su contenido en antioxidantes naturales[3], entre los que destacan los polifenoles[4]", ha explicado durante su conferencia.

Se considera que una ingesta aproximada de una copa al día para las mujeres (alrededor de 100 ml) y una o dos para los hombres (aproximadamente 200ml) podría definirse como un consumo moderado de vino. Este esquema de ingesta reduce el riesgo cardiovascular y la mortalidad general. Además, podría disminuir el riesgo de diabetes en los hombres, aumentar la densidad de la masa ósea, además de disminuir el riesgo de fractura en la gente de edad avanzada y no parece estar asociado con la obesidad general o abdominal.

Asimismo, el profesor Martínez ha puntualizado que hay que tener en cuenta que los efectos beneficiosos de las bebidas fermentadas se observan únicamente cuando el consumo es moderado y responsable, por parte de adultos sanos, en el marco de una alimentación sana y equilibrada. Además, si se está tomando medicamentos, si se va a conducir, y en el caso de las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, el consumo de alcohol debe ser cero.

El consumo excesivo de alcohol

El consumo excesivo de alcohol se asocia con un mayor riesgo de enfermedades agudas (por ejemplo, lesiones accidentales) y crónicas (enfermedades cardiovasculares, cánceres, diabetes, enfermedad hepática, dependencia del alcohol y una serie de condiciones de salud mental)[5]. Además, el abuso del alcohol se vincula con una disminución de la frecuencia de los linfocitos y un mayor riesgo de infecciones bacterianas y virales.

El FICYE recuerda también que el consumo excesivo de alcohol ejerce efectos perjudiciales para la salud y se asocia a problemas sociales significativos como la adicción, los accidentes, la violencia y la delincuencia, según un artículo publicado por la Sociedad Italiana de Diabetología, la Sociedad Italiana para el Estudio de la Aterosclerosis, la Sociedad Italiana de Nutrición Humana y el Departamento de Medicina Clínica y Cirugía de la Universidad Federico II[6].

 

[1] Mediterranean diet pyramid today. Science and cultural updates. Public Health Nutrition: 14(12A), 2274–2284

[2] González-Gross M. Lebrón M. Marcos A. Contribution to the intake of macro and micro nutrients exerted by moderate beer consumption. Nutrición Hospitalaria. 2006; 21(1):84-91

[3] Marcos, A., Serra-Majem, L., Pérez-Jiménez, F.J., Pascual, V., Tinahones, F.J., Estruch, R.. Moderate consumption of beer and its effects on cardiovascular and metabolic health: An updated review of recent scientific evidence. Nutrients 2021, 13(3), 879; https://doi.org/10.3390/nu13030879

[4] Di Castelnuovo A, Rotondo S, Iacovello L, Donati MB, De Gaetano G "Meta-analysis of wine and beer consumption in relation to vascular risk". Circulation. 2002; 105(24):2836-44

[5] Kim M. Caudwell, Barbara A. Mullan and Martin S. Hagger. Combining motivational and volitional approaches to reducing excessive alcohol consumption in pre-drinkers: a theory-based intervention protocol Barr T, Helms C, Grant K, Messaoudi l. Progress in Neuro-psychopharmacology & Biological Psychiatry

[6] De Gaetano G, Constanzo S, Di castelnuovo, Badimon L, Beiko D, Alkerwi A, Chiva-Blanch G, Estruch R, La Vecchia C, Panico S, Pounis G, Sofi F, Stranges S, Trevisan M, Ursini F, Cerletti C, Donati MB, Iacoviello L. Effects of moderate beer consumption on health and disease: A consensus document

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