Argón para conservar tus botellas de vino abiertas (y 10 curiosidades científicas sobre este)

Estamos solos en casa, abrimos una botella de vino que nos encanta, nos servimos una copa y nos relajamos en el sofá.

Es algo que todo winelover hacemos, ¿o no?

El problema es qué hacer con esa botella de vino abierta, para poder disfrutar de otra copa en otra ocasión sin que el vino se haya oxidado.

Cuando abrimos una botella de vino, el contacto con el oxígeno del aire hace que este comience a perder sus cualidades, y que al día siguiente el vino ya no esté tan bueno. Ni que decir tiene, si dejamos la botella abierta un par de días...

Para este problema, ¡el argón puede ser nuestro gran aliado!

¿Por qué el argón sirve para proteger el vino abierto?

El gas argón es un gas noble utilizado principalmente en el almacenamiento de vino. Es inodoro, insípido, no corrosivo y no inflamable. Desde el punto de vista de la salud no es tóxico. También es inofensivo para los alimentos.

Es bastante utilizado en la industria alimentaria especialmente para mantener inalterada la calidad del vino.

Sus características, de hecho, lo hacen preferible al nitrógeno, ya que en comparación con este último tiene mejor capacidad de proteger el vino frente a la oxidación.

Finalmente, este gas realiza su tarea incluso cuando el nivel de vino en la botella es bajo.

Se vende en cilindros especiales para su correcto uso.

Para la gente que le guste disfrutar de una copa de vino y guardar el vino para otra vez, los dispensadores de argón van genial. ¡Y evitarás sorpresas desagradables!

También es muy útil si se quiere vender el vino por copas, ya que el resto de la botella no perderá su calidad.

Ahora vamos con un poco de ciencia del argón, con algunas curiosidades que seguro que no conocías.

Hay diferentes marcas que comercializan estos dispositivos de argón, y es una muy buena inversión para conservar tus botellas de vino abiertas.

¿Los has probado ya?