“La rentabilidad del enoturismo es aún una asignatura pendiente para muchas bodegas”

El enoturismo bien trabajado, proporciona grandes beneficios a las bodegas, pero mal orientado, además de no ser rentable, puede hacer mucho daño a la imagen de marca de la bodega.

Susana Formoso

Lunes 01 de Diciembre de 2014

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Siempre que hablamos de enoturismo en España, sale el nombre de DINAMIZA como una de las consultoras con más experiencia en este ámbito. Cualquier búsqueda en la red siempre termina en su web, en su blog, en sus publicaciones o estudios, en alguno de sus cursos de formación en enoturismo o en algún foro enogastronómico donde siempre suelen estar presentes. Su Director, Manuel Romero, nos acerca a esta empresa para conocer más detalles sobre su trabajo.

¿Cómo se han conseguido posicionar como empresa de referencia en el ámbito del enoturismo?

El enoturismo es, ante todo, un trabajo que nos apasiona y en el que nos sentimos como pez en el agua. Prácticamente desde nuestro nacimiento, hace ya casi 10 años, hemos tenido la suerte de poder estar ligados a algunos de los proyectos más representativos como Rutas del Vino de España, o apoyando a algunas de las rutas y destinos más importantes: Rioja Alavesa, Ribera del Duero, Jerez, Ribera del Guadiana, Ribeiro, o Empordà-Costa Brava. Además, también hemos desarrollado diversos proyectos enoturísticos para bodegas como Finca Villacreces, Finca La Estacada, Pagos de Leza o Asociaciones tan importantes en el ámbito vitivinícola como Grandes Pagos de España.

¿Y qué hace una compañía como DINAMIZA para especializarse en un nicho tan específico como el enoturismo?

Ante todo investigar, aprender de los mejores y desarrollar soluciones innovadoras que den respuesta a las necesidades del sector. Las bodegas se preocupan, sobre todo, por hacer buenos vinos, y nosotros les ayudamos en la faceta del enoturismo, a conseguir que el turismo sea rentable y les ayude a mejorar su posicionamiento en el mercado.

El enoturismo bien trabajado, proporciona grandes beneficios a las bodegas, pero mal orientado, además de no ser rentable, puede hacer mucho daño a la imagen de marca de la bodega. Estamos al día sobre todo lo que sucede en el sector, no sólo en España, sino a nivel mundial también; identificamos nuevos operadores, nuevos medios de comunicación y tratamos de desarrollar técnicas y herramientas que permitan a las bodegas y a las rutas del vino contar con los mejores productos y conectarlos mejor con el mercado, generando rentabilidad.

¿Es posible hacer rentable el enoturismo en España y conseguir que las bodegas obtengan beneficios significativos?

Por supuesto que sí. Sin embargo, no todas las bodegas consiguen la misma rentabilidad. Hay bodegas que cuentan con ticket medio de compra por visitante que supera los 90 € mientras que otras apenas alcanzan un ticket medio de 6 €. Aunque la rentabilidad no solo debe ser medida en términos económicos sino también en términos de marketing y generación de marca, lo cierto es que aún no está teniendo el impacto económico deseado. El enoturismo de calidad ayuda a vincular la marca de la bodega con el público. Un visitante puede convertirse en un embajador de la bodega cuando su experiencia es muy satisfactoria. La marca del vino, en estos casos se graba con letras de fuego y en muchas ocasiones creamos clientes (amigos o comunidad) para toda la vida. En cualquier caso, el enoturismo puede ser una actividad muy rentable si se diseña el modelo apropiado para cada bodega. Existen unos parámetros comunes para todo el sector, como puede ser el sonreír, entretener o divertir al público que visita la bodega, pero otros aspectos deben personalizarse en función de las características de cada bodega o zona vitivinícola.

¿Cuál es la situación del enoturismo en España? ¿Cuáles son los principales déficits que encuentran en las bodegas?

En España se ha avanzado mucho en enoturismo en los últimos años, hay mucho más criterio, pero tenemos aún mucho trabajo por delante. No vale con contratar a un afamado arquitecto ni con realizar una gran inversión en infraestructuras; hace falta disponer de un plan de negocio específico en enoturismo. Hoy nos encontramos con bodegas que han hecho muy bien su trabajo, pero aún con otras muchas que no tienen clara ni su estrategia, ni su enfoque enoturístico o que simplemente no han conseguido atraer al público esperado, generándoles muchas dudas.

¿En qué consiste exactamente su trabajo? ¿En qué ámbitos colaboran?

Generalmente nuestro trabajo responde a dos tipos de peticiones: O bien se trata clientes que quieren desarrollar un ambicioso proyecto para convertirse en referente enoturístico, o bien bodegas que quieren dar un nuevo enfoque a un proyecto existente con el fin de mejorar sus resultados. En ambos casos, trabajamos codo con codo con el cliente, analizando exhaustivamente su situación y diseñando planes de desarrollo del producto para sacar todo el potencial a su territorio o negocio, o bien planes de marketing para conectar mejor sus productos con la demanda, y conseguir, de esta forma, más público y mayor gasto. Colaboramos con bodegas y rutas del vino en marketing enoturístico, formación de sus guías y equipos, creación de nuevos productos y de nuevos espacios interpretativos en las bodegas, acuerdos con operadores nacionales e internacionales, gestión de las redes sociales, creación de audiovisuales, etc..

En otros muchos casos, más que un proyecto llave en mano, llegamos a acuerdos con los clientes para el desarrollo de un plan a medio-largo plazo y les acompañamos en su proceso de cambio hasta conseguir los resultados esperados. En estos casos nos convertimos en gestores de su proyecto enoturístico.

¿Existe la fórmula mágica para crear un destino o un producto turístico de éxito?

No, no existen fórmulas mágicas. Nosotros creemos en el trabajo bien hecho, en el sentido común y en definir estrategias de enoturismo acordes a tus valores de marca y a tu potencial. Cada destino o producto es diferente, por ello, es importante personalizar cada proyecto. Si además tenemos en cuenta que el turismo es un sector que se encuentra en un cambio constante, hemos de aprender cada día y adaptarnos al entorno para dar respuesta a un cliente cada día más exigente y experimentado.

Además del enoturismo, ¿en qué otros ámbitos trabajan?

Trabajamos en todo lo que tiene que ver con el turismo, pero nuestros principales ámbitos de especialización son el enoturismo y el turismo gastronómico. Por ejemplo, hemos elaborado los planes estratégicos de turismo gastronómico de Euskadi, Galicia o Extremadura. La gastronomía, además de ir unida al vino, es otra de nuestras pasiones.

Su trabajo se ha visto avalado con varios premios, como los tres cosechados en las dos ediciones de los Premios Rutas del Vino de España y la reciente designación de Cáceres como Capital Española de la Gastronomía en 2015. Ser considerado un referente ¿implica que se tenga sobre ustedes unas expectativas cada día más altas? ¿Cómo afrontan los nuevos retos?

Cada proyecto es único y requiere soluciones distintas. Siempre intentamos hacer un buen trabajo y cualquier reconocimiento siempre viene bien, pero lo importante es que cada cliente espera de nosotros lo máximo y estamos dispuestos a darlo, investigando, innovando y dando respuesta a las necesidades que nos plantea el sector.

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