¿Es útil el resveratrol del vino tinto para la práctica de deporte?

Un estudio danés ha llegado a la conclusión que los efectos positivos de la práctica de deporte se pueden ver reducidos por los polifenoles del vino tinto, sin embargo el estudio ha planteado numerosas incógnitas, incluso para los propios autores de la investigación

Redacción

Miércoles 07 de Agosto de 2013

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Según publica la revista especializada en psicología 'Journal of Physiology', investigadores de la Universidad de Copenhague pusieron a prueba a 27 hombres, todos de alrededor de 65 años, sanos, pero físicamente inactivos, a un plan de ejercicio físico de alta intensidad durante ocho semanas. La mitad de los sujetos tomaron 250 miligramos de resveratrol al día, el resto tomó un placebo.

Para medir la mejora de la salud cardiovascular de los participantes, se midió principalmente el consumo máximo de oxigeno. Tras ocho semanas de prueba "el aumento en el rendimiento fue un 50 por ciento menor en el grupo que recibió el resveratrol que el grupo que recibió placebo", explicó Lasse Gliemann, autor del estudio.

¿Cómo se puede explicar este efecto aparentemente perjudicial del resveratrol, un antioxidante que estudios previos han demostrado que genera beneficios similares a la práctica de deporte, como el anti-envejecimiento y el consumo de calorías?

Una posibilidad, según explica el propio Gliemann, es que "esta cantidad de resveratrol disminuye la presencia de radicales libres", una sustancia dañina producida durante los entrenamientos que también hace que el cuerpo se adapte al ejercicio y que "puede bloquear la respuesta a cada sesión de ejercicio".

Sin embargo, otro estudio publicado en julio, afirma que pruebas como la de Gliemann arrojan más preguntas que respuestas, porque se centran en un enfoque equivocado.

El Dr. James Smoliga, de la Universidad de High Point, reivindica en la revista 'Aging' que, si bien se ha demostrado en animales que el resveratrol del vino produce los mismos efectos beneficiosos que la práctica de deporte y ayuda a adelgazar por su efecto "quema calorías", no es realista esperar una "píldora milagro" para imitar estos efectos en los seres humanos. "No habrá ningún médico del mundo que recomiende sustituir el deporte o la dieta por el consumo de vino tinto", explicó Smoliga. "Pretender que el vino tinto sustituya la práctica de deporte es pedir demasiado y hasta un poco injusto para el resveratrol", añadió.

Además, Smoliga argumentó que muchos experimentos sobre el resveratrol están dirigidos a poblaciones sanas y "suelen estar mal planteados" debido al uso de paradigmas inapropiados para una "población con enfermedad clínica manifiesta." Las personas sanas pueden no experimentar mejoras evidentes debido al resveratrol en el corto plazo, pero Smoliga considera que sus beneficios protectores pueden quedar patentes durante períodos más largos de tiempo.

Otro aspecto significativo es el objeto de la medición, es decir la utilidad del resveratrol para la práctica de deporte puede depender de qué medida de rendimiento se acepta. La conclusión del estudio danés se basa en las evaluaciones de consumo máximo de oxígeno de los sujetos o la cantidad máxima de oxígeno que el cuerpo pueda utilizar durante el ejercicio, una medida que Smoliga encuentra ambigua, ya que representa "muchas cosas diferentes: la sangre, el corazón, los vasos sanguíneos y los músculos".

De hecho, cuando se midió el rendimiento funcional, los sujetos del experimento de Gliemann, tanto los que consumieron resveratrol como los del grupos de placebo, tuvieron mejoras significativas y similares en sus pruebas físicas. "En esencia, su rendimiento aeróbico mejoró igualmente en unos como en otros" subrayó Smoliga.

El conocimiento sobre los efectos del resveratrol en el organismo aún está lejos de ser completo, sin embargo una cosa es cierta: los deportistas enófilos no necesitan preocuparse a la hora de tomar una copa de vino. La cantidad de resveratrol al día administrada a los sujetos del estudio danés es 100 veces mayor a la cantidad encontrada en una copa de vino tinto. El propio Gliemann ha reconocido en medios de comunicación daneses las limitaciones y ambigüedad de su estudio, y ha recomendado el consumo de vino con moderación.

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