Qué es la 'cata horizontal' y la 'cata vertical'

La cata horizontal se realiza de forma sistemática con los vinos producidos en cada cuba de fermentación

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Sala de catas

En el aspecto profesional, la cata resulta imprescindible para la bodega productora, que se sirve de ella para el control del vino en las diferentes fases de producción.

Los cosecheros o viticultores también realizan catas para conocer la calidad de la uva, viñedo o añada. Muchos distribuidores también realizan catas antes de embotellar o vender los vinos, esta última cata de calidad puede ser fundamental para la salida al mercado del vino producido.

La cata horizontal

Los consejos reguladores de las denominaciones de origen tienen como principal función la de ejercer el control de calidad en las bodegas de una región determinada, para que las botellas que salgan al mercado con la etiqueta que identifica una región, reúna todas las características organolépticas obligatorias y típicas del prestigio de los vinos del lugar (terruño).

Para realizar esta labor, además de exhaustivos controles en el proceso de producción, se realizan catas de los caldos producidos, es la llamada cata horizontal.

La cata horizontal se realiza de forma sistemática con los vinos producidos en cada cuba de fermentación de cada vendimia o añada. Este procedimiento también lo realizan los distribuidores que compran vino a pie de cuba para su posterior embotellado y de cuya cata saldrá el precio final.

La cata vertical

La cata vertical es la que se aplica a vinos de una misma denominación o de una misma bodega pero aplicada a distintas añadas o cosechas. El objetivo de estas catas es comprobar tanto la calidad de conservación como la evolución de los caldos sometidos a crianza o envejecimiento. Estas catas se suelen complementar con controles químicos y de laboratorio.

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